El abogado de Jennifer Hermoso ha expuesto que el expresidente de la Federación de Fútbol Luis Rubiales jamás debió haber dado un beso a la jugadora, ni siquiera aunque le hubiera pedido su consentimiento dada su superioridad jerárquica: "No estamos ante un consentimiento estamos ante un sometimiento".
El abogado Ángel Chavarría ha abierto la octava jornada del juicio de la Audiencia Nacional que sienta en el banquillo a Luis Rubiales por presunta agresión sexual y coacciones a la jugadora, y a tres exdirectivos federativos por este último delito.
Durante la lectura de su informe definitivo, Chavarría ha afirmado que "no hay ninguna prueba que acredite" que Hermoso consintió el beso que le dio Rubiales "por su cuenta y riesgo, y de manera sorpresiva". El expresidente federativo -ha recalcado- "iba a consumarlo en cualquier caso", pues "no había posibilidad de escaparse", dado que le tenía sujeta la cabeza.
Aun así, el abogado, que ejerce la acusación particular en este juicio, ha considerado que la petición del consentimiento a la que alude Rubiales y que el letrado ha negado que existiera, "ni siquiera debía haberse producido", dada "la diligencia debida" que debió haber tenido como presidente de la RFEF, según establece el protocolo frente a la violencia sexual aprobado por la Federación.
El abogado ha tratado de desacreditar la pericial de lectura de labios presentada por Rubiales que concluye que le preguntó si podía darle un besito. Un informe de cuya veracidad ha dudado el letrado, que además ha subrayado que "es público y notorio" que el expresidente federativo siempre se ha referido al beso como "piquito" y no como "besito".
El abogado ha leído además un fragmento de una sentencia del Tribunal Supremo, que estableció que "una mujer no puede tener una especie de sentido de servidumbre sexual de tener que soportar el deseo de un hombre de querer darle un beso en cualquier parte del cuerpo, ya que ello integraría una agresión sexual".
Para darse ese delito, ha enfatizado tanto él como la abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), María José López, no es necesario tener una intención lasciva, ni tampoco puede apelar Rubiales a la "tesis del error" porque "un error supone que no existe consentimiento".
También ha considerado acreditadas las coacciones a las que -subraya- sometieron a Jennifer Hermoso para que dijese que consintió el beso, pues "toda la estructura federativa estaba puesta en marcha" en las "reuniones de crisis" celebradas tras la final del Mundial de 2023 "para salvar al señor presidente".
Coacciones que extiende al resto de acusados: el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de la masculina Albert Luque y el exjefe de marketing Rubén Rivera.
En esas coacciones ha encuadrado el informe de Integridad de la Federación, que acabó sin consecuencias para Rubiales, como un "elemento más de la trama" para "aplastar la voluntad de Jenni Hermoso y compelerla a hacer lo que no quería hacer", es decir, "blanquear al presidente de la RFEF".
Como no lo hizo, hubo consecuencias, ha dicho: la privaron de representar a la selección y no solo en los primeros partidos disputados tras el Mundial, sino también este miércoles, en la lista que anunció la actual seleccionadora, Montse Tomé, para dos partidos clasificatorios de la Liga de Naciones ante Bélgica e Inglaterra, en la que Hermoso no está.
Especialmente incisiva ha sido la abogada de AFE, María José López, en las coacciones a Jennifer Hermoso que atribuye a los acusados, al desgranar todos los elementos que contribuyeron "al relato en favor de Luis Rubiales" y a que la jugadora claudicara.
Esta acusación popular ha señalado que el expresidente "utilizó todos los mecanismos de la Federación para lavar su imagen y coaccionar a la jugadora", ordenó a los otros acusados a que presionasen a Jenni Hermoso, y ha relatado "toda una puesta en escena de presiones ejercida por los acusados, directores y jefes de la subordinada".
La abogada de Rubiales dice que "pues vale" al beso es consentir
Por su parte, la abogada de Luis Rubiales, Olga Tubau, ha sostenido que lo que la jugadora comentó a sus compañeras sobre lo que le contestó al expresidente de la federación Española de Fútbol (RFEF) acerca de que le diera un beso fue "pues vale", lo que a su juicio implica que hubo consentimiento.
Tubau ha hecho referencia a un vídeo grabado en el vestuario cuando las jugadoras celebraban el triunfo en el Mundial, momento en el que, según ha apuntado, lo que se veía era "buen humor, alegría y cierta euforia" , y respecto a los comentarios que sobre el beso hizo Hermoso a otras jugadoras ha precisado que, a su entender, lo que una de ellas le pregunta es "¿Qué has dicho?", a lo que Hermoso responde: "Pues vale".
Según ha resaltado la abogada, ese "pues vale" solo puede venir referido a una pregunta anterior, lo que avalaría que hubo consentimiento a ese beso que le dio Rubiales en la entrega de medallas tras alzarse con el campeonato del mundo en Sídney en 2023.
Ha añadido además que, si realmente se quedó "en shock", como Hermoso relató en su declaración en el juicio, no se puede contestar "que vale", y ha considerado que el que dijera después que no le había gustado, "no es incompatible con haber consentido".
"Puede no haberle gustado el propio contacto físico en ese escenario o la repercusión inmediata que tuvo en España y en otras partes del mundo ese beso", ha expuesto la defensa de Rubiales, para después precisar que el que no le gustase "no invalida el consentimiento, ni convierte esa conducta en un delito".