El director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, recalcó hoy en Valladolid que, a pesar de la imagen que se quiso dar, "nunca hubo una ETA buena" que luchara contra el franquismo, ya que el 95 por ciento de sus víctimas mortales se registraron una vez muerto el dictador.
Florencio Domínguez, que esta mañana participó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UVa en la inauguración de la exposición 'Rolando 2:15-2:45. 50 años de la primera masacre de ETA', una muestra que reconstruye el primer atentado indiscriminado de la banda terrorista y homenajea a las trece víctimas mortales que se cobró, argumentó que con solo ese atentado de 1974 la banda terrorista igualó el número de asesinatos que había cometido desde 1968, según informa Ical.
A su vez, explicó que ETA no se atrevió a asumir la autoría de este atentado y cuando se dio cuenta de la barbaridad que había cometido, ya que a excepción de un policía nacional todas las víctimas eran civiles, negó su implicación y acusó a la extrema derecha. "Lamentable, entonces hubo algunos sectores en el ámbito nacional y muchos en el internacional que creyeron a ETA, lo que provocó que durante muchos años existiera la idea de que hubo una ETA buena", apuntó.
Con la excusa de que era un establecimiento frecuentado por policías nacionales, el viernes 13 de septiembre de 1974, a las 14:30 horas, una potente bomba reforzada con metralla explotó en el comedor de La cafetería Rolando, en la calle del Correo, junto a la Puerta del Sol. Ese día murieron 11 personas y más de 70 resultaron heridas. Debido a las secuelas físicas, Gerardo García Pérez falleció el 29 de septiembre de 1974 y el inspector de Policía Félix Ayuso Pinel, el único policía de la lista de víctimas, murió el 11 de enero de 1977. Así, el balance final de la matanza de Rolando ascendió a 13 víctimas mortales.
Este atentado, según explicó Domínguez, estuvo vinculado, por la trama de apoyo que existía en Madrid, al que un año antes costó la vida al entonces presidente del Gobierno Carrero Blanco. ETA había logrado un núcleo de apoyo en Madrid y con la información y con el respaldo de ese grupo, que estaba encabezados por Eva Forés, cometió los dos atentados.
Además de una reconstrucción con documentación de cómo se preparó el atentado, dado que hay documentos como la factura de las tuercas que los terroristas compraron en Bayona y emplearon en el artefacto, en la exposición también se realiza una contextualización internacional, dado que la aparición de ETA no es fenómeno único nacional, sino que su aparición coincide con lo que se ha mencionado la tercera oleada del terrorismo internacional a partir de finales de los años 60.
Homenaje a las víctimas
Pero al mismo tiempo, la muestra también es un recuerdo a todas y cada una de las víctimas de ese atentado. "Han sido víctimas que han estado olvidadas, ya que jamás en 50 años se había vuelto hablar del atentado, pero que ahora, con esta exposición" se sienten reivindicadas", afirmó.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, Sebastián Nogales, recalcó visibilidad y apoyo a las víctimas es fundamental para construir el relato y para que se sepa la realidad de lo que ha sido ha sido el terrorismo en España.
Por último, el decano del Colegio de Periodistas de Castilla y León, Pedro Lechuga, explicó que la muestra, que estará abierta hasta el día 28 de febrero, se ha ubicado en la Facultad de Filosofía y Letras para reconocer que los periodistas son una parte clave importante para visibilizar todas las demandas que tienen las víctimas y, sobre todo, para que no se olvide lo que ocurrió.
La muestra ha sido organizada por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y cuenta con la colaboración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y el Colegio de Periodistas de Castilla y León.