No pinta bien. Las hermandades y cofradías segovianas vivirán estos días pendientes de las páginas web y aplicaciones dedicadas al tiempo con la esperanza de que la climatología sea benevolente a la hora de los actos religiosos y devocionales que poblarán las calles de la capital a lo largo de la próxima semana, pero las previsiones para los próximos días parecen contradecir los deseos  cofrades de buen tiempo con el que puedan lucir los Via Crucis, traslados procesionales y la 'Procesión de los Pasos' del Viernes Santo.

Tanto la página web de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) como los portales digitales más consultados sobre esta especialidad coinciden en afirmar que el ya inminente fin de semana  estará caracterizado por el buen tiempo y la ausencia de precipitaciones que irán desde hoy viernes hasta el Domingo de Ramos, siendo este día el que comenzará a marcar la evolución a peor del tiempo, donde se prevén algunas precipitaciones a primera hora de la tarde, pero que no impedirán el desarrollo de las procesiones eucarísticas de esta solemnidad que sirve como pórtico al Triduo Pascual.

Será a partir del próximo martes cuando se prevé un brusco descenso de las temperaturas de hasta diez grados, y la aparición de la nieve en las primeras horas del día en cotas por debajo de los 1000 metros y con temperaturas que oscilarán entre los diez grados de máxima y los cero grados de mínima. El mal tiempo se recrudecerá en cuanto a las temperaturas el Miércoles Santo, donde se registrarán mínimas de un grado bajo cero y máximas que no superarán los ocho grados, y la probabilidad de nevadas está en un 90 por ciento.

El Jueves y Viernes Santo, las temperaturas subirán un par de grados, y la nieve dará paso a la lluvia, cuya aparición se anuncia en forma de chubascos débiles a moderados  a lo largo de toda la jornada, y este patrón meteorológico será muy similar al del final de la semana, aunque el Domingo de Resurrección las posibilidades de lluvia remitirán.

El meteorólogo segoviano Adrián Escobar ratifica los malos augurios que se avanzan en las previsiones, pero abre una puerta a la esperanza y asegura que el arranque de la primavera puede tamizar muchos de los efectos previstos, sobre todo en lo referido a las precipitaciones. Escobar apela a la prudencia y asegura que en estos casos «es mejor ver la evolución casi día a día»  para poder adoptar cualquier decisión que afecte al desarrollo de los actos religiosos  y devocionales de estos días.