Si hay una de estas fiestas, lo nota Segovia aunque no se celebre allí. Y no porque provoquen molestias de ruidos, peleas o suciedad. El 17 de septiembre el servicio de taxis estuvo colapsado durante horas por la demanda de los asistentes a una de ellas, y el pasado 11 de febrero centenares de jóvenes tomaron la estación de trenes y sus alrededores para acudir a otra. Son el nuevo modelo de ocio nocturno que ha surgido en Segovia en los últimos meses, aunque no está al alcance de todos.
Detrás de su organización se encuentra Tanker Events, que se presenta en Instagram como «una organización con sede en Madrid que produce experiencias electrónicas psicodélicas en lugares extraños». Precisamente esa red social es el principal vehículo de promoción de estas fiestas, las más multitudinarias en la provincia de Segovia, al margen de las de las patronales que organizan los ayuntamientos o quizás del Burladero Show Festival, que cada comienzo de otoño desde 2019 llena el ruedo y parte de los tendidos de la Plaza de Toros de Segovia.
Según fuentes del sector del ocio nocturno, más de un millar de personas se congregaron hace dos semanas en la Tanker Express, la fiesta que Tanker Events llevó a cabo en el espectacular complejo para eventos de La Estación, en Otero de Herreros. Los asistentes –que pagaron más de cuarenta euros, consumiciones aparte– disponían de poca información. Estaban citados en la estación de trenes de Segovia o en la de Chamartín en Madrid para tomar un tren privado –con un set de DJ en pleno viaje incluido– y trasladarse hasta una estación de tren secreta. Una antigua fábrica de ladrillo con su propia estación de tren en la puerta –la de Otero de Herreros– convertida en el citado complejo de eventos.
Allí esperaban nueve DJs, entre ellos Carlos Saldivar, que ha pinchado en Pacha Barcelona, Teatro Barceló en Madrid, Icon Ibiza, Starlite Festival en Marbella... Pero la música no es el único aliciente para el éxito entre su público. La decoración, sus gogós distópicos o sus pulseras 'cashless' para pagar las consumiciones hicieron de esta fiesta un evento con pocos precedentes en Segovia. «Las molestias fueron las típicas, como cuando son las fiestas patronales. Ha habido alguna queja de algún vecino, pero tenemos bodas que preparan más escándalo», señala el alcalde de Otero de Herreros, Meinardo Sanz (PP).
La denuncia de una vecina, que asegura que participantes en la fiesta «reventaron» la puerta de la casa de su hijo, la detención de otro por agredir a un policía local y la avería del tren que tenía que ir desde Segovia a Otero pusieron las notas negativas. Ninguna hubo –o al menos trascendió– en las otras dos fiestas que organizó también Tanker Events en abril y en septiembre en el Aeródromo de Marugán y en la Finca Lindaraja (en Navas de Riofrío), respectivamente, a las que igualmente acudieron decenas de jóvenes con un alto poder adquisitivo.
En Segovia, su público son en su mayoría estudiantes de IE University, con los que uno de los organizadores mantiene una estrecha relación ya que gestiona un establecimiento hostelero en el casco histórico. Este ha declinado realizar declaraciones a este periódico a pesar de que inicialmente había aceptado. De momento el perfil de Instagram de Tanker Eventos no revela cuándo será la próxima de estas fiestas ni si la habrá, pero ya ha dejado su sello en Segovia con las tres que ya ha celebrado, algo fuera de lo común en esta provincia.