La iniciativa del Ayuntamiento y la Junta de Cofradías para instalar un graderío de cerca de 300 plazas en el que se puedan seguir en asiento las procesiones más emblemáticas de la Semana Santa verá reducido el aforo inicial a 104 asientos, de los que hay que descontar los 32 que el Ayuntamiento empleará par el protocolo municipal, lo que deja un total de 72 plazas efectivas para los segovianos que hayan adquirido el abono en estos días.

La posibilidad cada vez más real según las previsiones meteorológicas de que Segovia tenga una Semana Santa con frío y pasada por agua parece haber retraído las ventas de este abono. Al cierre de esta edición, la Junta de Cofradías había contabilizado un total de 42 abonos vendidos, lo que apenas supera el 16 por ciento de las plazas ofertadas en los dos graderíos que inicialmente iban a instalarse en la Plaza Mayor, según los datos facilitados por su presidente Víctor García Rubio.

El presidente reconoció que la venta de los abonos ha ido «más lento de lo que esperábamos», y asegura que para la procesión del Domingo de Ramos - la primera de las tres incluidas en el abono del graderío- sólo será necesario instalar la grada frente a los soportales de la Casa Consistorial, que  tendrá una capacidad total de 104 asientos, suficientes para satisfacer la demanda de abonos que pudiera producirse hasta el próximo domingo.

García Rubio señaló que la Junta de Cofradías prolongará la venta de abonos con límite hasta el próximo 27 de marzo - Miércoles Santo- con el objetivo de poder aquilatar lo más posible las necesidades de espacio de cara a las procesiones de Viernes Santo y del Encuentro en el Domingo de  Resurrección.  Sobre este aspecto, el alcalde de Segovia José Mazarías, animó a los segovianos a colaborar en una iniciativa solidaria  (la recaudación irá destinada a Frater Segovia), y precisó que la posibilidad de modular la construcción del graderío que se iba a instalar en la elipse de la Plaza Mayor permitiría ajustas las necesidades de espacio en función de la venta efectiva de los abonos.

El alcalde aseguró que las gradas son «la ocasión de ver las procesiones desde un lugar privilegiado, y con ello contribuir a que sea más fácil  el reconocimiento como fiesta de interés internacional», y aseguró que la evolución meteorológica será la que determine la toma de decisiones en cuanto a la ampliación de las gradas.

Mazarías insistió en recordar que la grada junto a la fachada de la Casa Consistorial «no afecta a las terrazas de hostelería porque solo se utiliza el espacio entre terrazas,  por lo que no hay ni un metro de invasión, y tampoco las vallas y pendones de cofradías y feligresía invaden el montaje de ninguna mesa».

En paralelo con la instalación del graderío, el servicio de obras muncipal ha llevado a cabo a lo largo de la semana los trabajos de consolidación de las losetas del pavimento en varias zonas de la Plaza Mayor, en previsión de que su estado pudiera originar algún riesgo al paso de las cofradías en los traslados procesionales del Jueves Santo y en la Procesión de los Pasos. El buen tiempo de estos días permitirá que el cementro frague a tiempo y se pueda pisar con garantías