El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Segovia investiga a una administradora de fincas segoviana que presuntamente ha desviado dinero de las cuentas de comunidades de vecinos que gestionaba. El número de comunidades afectadas se desconoce por el momento, aunque podría ascender a más de 20. La investigada ya ha prestado declaración en el juzgado.
Uno de los inmuebles 'víctima' de esta administradora de fincas, que responde a las iniciales de S. S. C., se encuentra en el barrio de Santo Tomás. En los pasados meses su presidenta descubrió que había facturas de proveedores de suministros sin pagar, incluida una superior a los 13.000 euros. La investigada trataba de dificultar supuestamente el acceso de los propietarios a las cuentas de las diferentes comunidades, pero el caso ha estallado y al menos dos de ellas ya han cambiado de administrador.
Ahora el juzgado y los abogados tratan de averiguar el alcance del posible desvío de dinero, que ya se calcula en miles de euros. La investigada habría empleado una caja única, de manera que movía el dinero de las cuentas bancarias de unas comunidades a otras para tratar de ocultar su progresivo vaciado. También cambiaba de entidades financieras supuestamente sin el conocimiento de los vecinos y acumulaba miles de euros de recargos del Ayuntamiento por no pagar los impuestos municipales en el plazo ordinario.
Una de las comunidades presentó una denuncia en la Comisaría y a raíz de ella abrió una investigación el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Segovia. La administradora de fincas sospechosa se enfrenta a un posible procesamiento por delitos de apropiación indebida, administración desleal, falsedad documental y estafa. Aunque operaba a través de una sociedad, era la única persona que figuraba en ella.
Han sido varios los casos de apropiación indebida que han acabado con condenas de cárcel a lo largo de los últimos años en Segovia. Una de las más recientes fue a la expresidenta de la Asociación de Familias Numerosas, que aceptó en 2021 nueve meses de cárcel por desviar más de 36.000 euros de las cuentas de la organización. Aunque no explicó el destino del dinero, quedó probado que durante varios años utilizó la libreta bancaria de la asociación con el objetivo de conseguir dinero para su propio beneficio. Las disposiciones llegaban a ser de 600 euros y casi siempre utilizaba el cajero en lugar de acudir personalmente a oficinas bancarias.