En la terraza de alguno de los bares de la Plaza Mayor, en el patio de butacas del Teatro Juan Bravo o en el aula de la Real Academia de San "uirce, Juana Calle era una de las presencias habituales y su figura enjuta pero con un punto de coquetería formaba parte del paisaje de una ciudad a la que amó. Esta semana Juana Calle decía adiós para emprender «el vuelo más largo de su vida» a los 96 años, dejando tras de si una historia de superación y resiliencia frente a las no pocas adversidades que tuvo que afrontar a lo largo de su vida, y que lejos de ser un obstáculo, supo transformar en oportunidades para desarrollar su proyecto vital y familiar.
Viuda desde muy joven, Juanita supo sacar adelante una familia numerosa de cinco miembros a quienes inculcó el espíritu de superación del que siempre hizo gala y que en todo momento formaron la urdimbre de un recio tejido familiar. Años más tarde, la pérdida de su hijo Joaquín fue otro varapalo que resquebrajó el tejido familiar pero que fue de nuevo cosido con el cariño del resto de sus hijos.
Su historia quizá hubiera pasado desapercibida, pero en marzo de 2020, el confinamiento por la pandemia del COVID 19 le hizo saltar a la popularidad a través del altavoz de las redes sociales, donde con la ayuda de sus hijos nos contaba su rutina diaria de ejercicios para mantenerse en forma en su casa, o su aplauso a las ocho de la tarde para los sanitarios que se batieron el cobre para atender a las miles de personas que demandaban atención por esta enfermedad, quizá para demostrar su irreductible carácter de mujer castellana.
Con 92 años, 'La jefa Juanita' hizo popular en redes sociales el hashtag #yodemayorquierosercomoJuanita, símbolo del espíritu irreductible de una «joven» dispuesta a demostrar su pasión por la vida y por Segovia, de la mano siempre de sus hijos como acompañantes a todos los actos sociales y culturales de la agenda segoviana e incluso de la provincia. En sus redes sociales se le podía ver disfrutando de un concierto de la Filarmónica en el Juan Bravo, compartiendo la fiesta de San Marcial Copero de los sumilleres segovianos o como madrina apócrifa del Torneo de Tenis de El Espinar, por poner sólo algunos ejemplos de su intensa actividad segoviana. La historia de Juana como 'influencer' ocasional consiguó incluso traspasar las fronteras de la provincia hasta cruzar el 'charco' gracias al diario argentino 'Clarín', cuya corresponsal en Madrid Marina Artusa, le dedicó un reportaje en sus páginas y en su edición digital como ejemplo de alguien empeñado en dar vida a los años
Sus allegados señalan que en estos últimos años «vivió la vida que quiso vivir», e incluso le dió para cumplir el sueño de visitar París, y en sus fotos junto a la Torre Eiffel se ve un brillo de emoción en sus ojos al contemplar la magnificencia de la Ciudad de la Luz que pudo conocer.
Hasta hace pocos meses, su actividad en redes sociales era incesante, con presencia activa en eventos locales y provinciales y en lugares en los que quiso evocar recuerdos de su niñez, siempre vinculados a Segovia. Tampoco faltó en el homenaje de la ciudad a la Gimnástica Segoviana por su ascenso a Primera RFEF, porque a lo largo de su vida fue partícipe de los triunfos de los deportistas segovianos más destacados.
En estos días, la familia Martínez Calle ha podido constatar el cariño que 'La Jefa' ha cosechado en los últimos años en Segovia en los centenares de mensajes en sus redes sociales y en las numerosísimas muestras de afecto que han recibido en el velatorio y en el funeral celebrado el miércoles 25, coincidiendo en el tiempo con la festividad de Nuestra Señora de la Fuencisla, a la que profesaba una gran devoción y a la que visitaba frecuentemente en su santuario. Será la patrona de Segovia la que vele a partir de ahora por una mujer que ya forma parte de la historia de Segovia y que a buen seguro, seguirá muy pendiente del devenir de la ciudad desde su privilegiado lugar en el cielo.