Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


España gana peso

19/09/2024

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, pertenece a los gobiernos de Pedro Sánchez desde el primer momento, desde aquel "gobierno bonito"' con el que comenzó su inquilinato de La Moncloa tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, y desde entonces ha ido asumiendo responsabilidades hasta llegar a su cargo actual como encargada de llevar a cabo una de las líneas de trabajo en la que su jefe ha hecho más hincapié, la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica. Su nuevo puesto como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea de Transición Limpia, Justa y Competitiva, a lo que añade la importante cartera de Competencia, para el que ha sido elegida por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, supone que la ha convertido en su mano derecha y en la representante española que más poder acumulará en un gobierno europeo en todos los tiempos.

Después de qué en la anterior legislatura, Josep Borrell haya ejercido el cargo de ministro de Exteriores de la Comisión cabía la posibilidad de que España perdiera peso en el conjunto europeo. Ha pasado todo lo contrario. Las buenas relaciones forjadas entre Pedro Sánchez y Von der Leyen, el reconocimiento del trabajo de Ribera por sus homólogos europeos, la solidez de sus conocimientos de las materias de las que va a hacerse cargo, debieran hacer de su nombramiento un motivo de satisfacción por cuanto reconoce el trabajo de España y de los ciudadanos en la construcción europea.

Dentro del cainismo que caracteriza a la política nacional un nombramiento tan relevante es objeto de críticas por parte de la oposición, pese a que ya no se puede llegar más alto. En el PP la reacción adversa y el anuncio de que votarán en contra de su designación en el Parlamento Europeo por parte de la dirección popular está matizada por las declaraciones de otros barones que sí reconocen la importancia de la elección de Ribera y no han tenido empacho en felicitarla, como el andaluz, Juan Manuel Moreno, y el gallego, Alfonso Rueda.

En su justificación para no votar a favor la designación de Teresa Ribera el PP recuerda que el PSOE también votó en contra cuando Miguel Arias Cañete, fue designado para la cartera de Cambio Climático. En ese caso, el nombramiento suponía una contradicción flagrante por cuanto el exministro tenía en aquel momento inversiones en empresas petroleras y no era un ferviente defensor de las políticas ambientalistas. Se trataba de una cartera con competencias menores y supuso un varapalo para las expectativas del gobierno popular de turno.

La presencia de Teresa Ribera en Bruselas tendrá además otro valor añadido por cuanto se considera que supondrá un contrapeso progresista en el seno del gobierno europeo más derechista de todos los tiempos, con presencia de ultraderechistas y de algún eurófobo. Pero sobre todo a Ribera le corresponderá dirigir la política europea sobre decisiones economías de un gran calado como las prácticas comerciales relacionadas con las fusiones y adquisiciones de empresas, el control de las tecnológicas y su tendencia a evitar cualquier tipo de regulación, y trabajar en la delicada área de compaginar la transición verde con la mejora de la productividad de las empresas europeas para que no pierdan comba en el enfrentamiento comercial con EE UU y China.