Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


La difícil paz en Gaza

18/01/2025

Ni siquiera es el fin a quince meses de guerra lo previsto por el alto el fuego a partir del domingo, pues las tropas israelíes seguirán sobre el terreno, aunque replegadas a zonas convenidas. Pero ni la expectativa de cuarenta y dos días de paz, ya superado el frenazo por un desacuerdo de última hora entre las partes, había suavizado la ofensiva a sangre y fuego del Ejército israelí sobre esta especie de presidio a cielo abierto, como alguien lo ha denominado, que es la franja de Gaza.
Mientras medio mundo celebra el anuncio de la tregua, el saldo nos dejaba cien muertos más del lado palestino. Y algunos hacíamos cuentas y nos hacíamos cruces ante los primeros detalles del acuerdo que se iban conociendo. Por ejemplo, el canje de 33 rehenes israelíes en manos de Hamas por 1.000 prisioneros palestinos en manos de Israel.
Los medios crepitaban de reacciones sobre las dudas de última hora, se especulaba sobre la causa de esas dudas (calendario y zonas del repliegue, verificación de listas de rehenes vivos o muertos, etc), celebrábamos el parón de la maquinaria bélica, el fin de las colas del hambre en Gaza y cuando todos hablábamos del cruce de recíprocas acusaciones sobre el retraso del acuerdo (poco más de veinticuatro horas de suspense), nadie reparaba en la escandalosa desigualdad de cotización de un ser humano en el mercado de la negociación entre dos bandos enfrentados en una no menos desigual confrontación bélica.
Mil palestinos por 33 israelíes. En la posible liberación de los rehenes respectivos, un solo israelí vale lo que valen 33 palestinos, si he hecho bien las cuentes. Con más precisión hemos sabido luego que los datos exactos son los de que Israel liberará a 30 presos palestinos por cada israelí civil y a 50 por cada mujer soldado. Curioso, ¿verdad?
A primera hora del viernes pudimos dar por hecha en Catar la confirmación de que las dos partes aceptaban todos los términos del acuerdo. Y en la Gaza destruida se percibía la alegría de la población, mientras que las familias de los 98 israelíes secuestrados por Hamas desde el 7 de octubre de 2023 celebraban el desatasque de las negociaciones.
Si todo va bien, después de agotar en paz los primeros 42 días de alto el fuego -se admiten apuestas sobre la posibilidad de que se rompa- se acometerá una segunda fase, para afrontar el intercambio de muertos, la retirada del ejército israelí y la liberación total de los rehenes de ambas partes. Por encima del voluntarismo político internacional y la ansiedad de los dos pueblos enfrentados, es lugar común poner en duda que vayan a darse las condiciones para entrar en esa segunda fase.
Ojalá que estén equivocados los analistas que lo fían todo a las promesas de expansionismo territorial en Cisjordania que, al parecer, le ha hecho Donald Trump al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

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