Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Abascal en la corte de Trump

18/01/2025

El presidente de Vox. Santiago Abascal asistirá el próximo lunes, 20 de noviembre, a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, en su segundo mandato tras el interregno de Joe Biden. Lo hará como representante del grupo parlamentario europeo Patriotas por Europa en una ceremonia, a la que no están invitados protocolariamente ni los jefes de Estado ni los primeros ministros o presidentes del Gobierno, de tal forma que no cabe una polémica forzada sobre la ausencia de otros mandatarios nacionales como el rey Felipe Vi o el presidente del Gobierno de España, que estará representada, como es habitual, por el embajador en el país, en esta ocasión la diplomática Ángeles Moreno.

La invitación a Santiago Abascal responde a la sintonía política de Abascal con los representantes republicanos del MAGA –"Volver a hacer grande a América"-, con los que comparte su repudio a la inmigración, la consolidación de valores conservadores y el liberalismo a ultranza a pesar de que Donald Trump es el campeón arancelario. Si a la toma de posesión de Trump acuden primeros ministros como Giorgia Meloni o Viktor Urban o presidentes latinoamericanos como el salvadoreño Nayib Bukele y  el argentino Javier Milei, es porque responden a la misma condición ultraconservadora.

A Santiago Abascal le ha faltado tiempo para señalar que con la bendición de Donald Trump su partido ultraderechista es el verdadero representante de la derecha española, a despecho del Partido Popular dirigido por Alberto Núñez Feijóo. A buen seguro su equipo de relaciones internacionales dirigido por Esteban González Pons estará moviendo hilos para lograr cuanto antes una invitación de su líder a la Casa Blanca. Recuérdense los esfuerzos realizados por Zapatero para ser recibido por Barak Obama y al final acabó acudiendo a Washington a un 'desayuno de oración' tras la época de paréntesis motivada por el desplante del expresidente español al paso de la bandera estadounidense en un desfile de la fiesta nación al española. O los treinta segundos del primer encuentro de Sánchez con Joe Biden en un pasillo durante una cumbre de la OTAN en Bruselas, en el que les dio tiempo a abordar la mitad de los problemas del mundo.

El líder de Vox ya tuvo ocasión de entrevistarse con Donald Trump en febrero del año pasado en Washington durante la Conferencia Política de Acción Conservadora del  Partido Republicano, y aunque tan solo duró quince minutos, les dio tiempo de analizar los puntos comunes sobre "el fortalecimiento de las fronteras frente a la inmigración ilegal; la soberanía de las naciones frente al globalismo; la protección de familia y la vida frente a la ideología de género y la cultura woke; la prosperidad de las clases medias frente a la dictadura climática, así como el firme compromiso por la inversión en Defensa", según explicaron fuentes de su partido.

 

Que las relacines entre Pedro Sánchez y Donald Trump son mejorables es una evidencia. Pero no hay que dejarse llevar por las apariencias. Incluso tras el desplante de Zapatero las relaciones económicas y militares entre ambos países no se resintieron y en la actualidad y a pesar de la presión del presidente estadounidense para que España aumente su gasto en Defensa -es el más bajo de toda la OTAN- son socios fiables y nuestro país alberga uno de los puntos neurálgicos del escudo antimisiles de Estados Unidos.