El presidente de la Diputación de Segovia, Miguel  Ángel de Vicente Martín (Segovia, 1967), recuerda en esta entrevista que el problema que se registró en esta provincia fue el contagio comunitario de los primeros días que hizo que la masa viral fuera superior al índice poblacional por lo que, en los primeros momentos, ya reclamó que se tuviera en cuenta la excepcionalidad de Segovia,  «eso se preveía, como se ha visto en el alto número de casos positivos y en las tasas de letalidad en relación a la población». 

¿Cómo afecta esta pandemia a la provincia, qué impresión puede ofrecer de la situación?

El problema que tuvimos fue aquel contagio comunitario de los primeros días que hizo que la masa viral fuera superior al índice poblacional por lo que, en los momentos iniciales, ni la atención primaria ni la hospitalaria pudieron canalizar los primeros casos. Entonces ya reclamé que se tuviera en cuenta la excepcionalidad de Segovia,  eso se preveía, como se ha visto en el alto número de casos positivos y en las tasas de letalidad.    

En cualquier caso me gusta sacar la parte positiva y en esta crisis me quedo con el ejemplo de solidaridad y compromiso de los vecinos y las vecinas de la provincia,  tanto por su implicación y concienciación con las medidas, como por la colaboración de esos 'batallones de costura', a través de una labor altruista, se ha dotado de material al ámbito social y sanitario. Desde el minuto uno,  los habitantes de esta provincia han sabido ser conscientes y responsables, podemos carecer de muchas cosas, pero se ha demostrado que el compromiso de los segovianos es parte de nuestro patrimonio.   

¿Cree que haber podido extender la pandemia puede producir rechazo a la población de Madrid con segunda residencia, o de segovianos que viven fuera y acuden los fines de semana? 

Espero que no y hago un llamamiento público para que no sea así, no es cuestión de estigmatizar a nadie, la cercanía a Madrid provoca efectos para bien y para mal... No tenemos que caer en el error de acusar a nadie, parte ha sido por esos primeros días de desplazamientos,  pero también por la movilidad, hay muchos segovianos que van y vienen diariamente a trabajar o estudiar a Madrid. Ruego que se revisen estas acusaciones que pueda haber habido porque la confluencia con Madrid es total, ¿quién no tiene un familiar en Madrid o qué madrileño no tiene un familiar en Segovia?. Pido públicamente que no se estigmatice a nadie.  Segovia tiene que seguir siendo una tierra de acogida, que quien tenga pensado venir que no lo anule que lo aplace,  esperemos más pronto que tarde.  

Escuchamos a miembros del Gobierno de Castilla y León reclamar recursos,  ¿se cuenta con el apoyo suficiente?, ¿considera adecuado el respaldo que presta también la Comunidad autónoma?

Esta crisis nos ha superado a todos, ha habido que tomar decisiones a diario por las circunstancias que cambian constantemente. La excepcionalidad venía porque el principio de equidad y de igualdad territorial no cubría las necesidades de Segovia, también el presidente Fernández Mañueco situó el problema sanitario en la agenda política, era una cuestión de ampliar espacios [hospital de campaña] sino de medios y personal, porque se inició este proceso con 10 camas de UCI, aunque es verdad que ya hemos pasado a 27

¿Cuál está siendo el papel de la institución que preside con competencias en materia social, asistencial y residencial?

Desde el principio hemos enfocado las decisiones a cuidar de nuestra gente, a los trabajadores, a los residentes y a sus familias, con quienes mantenemos contacto directo, pero también con las actividades que realizamos en la provincia. Se presentó un plan de contingencia para los programas de promoción personal y ámbito comunitario y todos los monitores están teniendo contacto semanal con sus alumnos, como si tuvieran clase, lo que crea una red de seguimiento que nos permite soslayar el dolor que produce todo esto en las personas, junto con la atención de los profesionales de ayuda a domicilio y los trabajadores sociales. 

Intentamos defender los intereses y procurar el cuidado a todos y cada uno de los vecinos de la provincia, incluidos los de nuestros centros, que se acercan a 300 personas, además de atender las emergencias sociales. Desde la Diputación Provincial estamos  en sintonía con las necesidades de las personas, con los ayuntamientos de la provincia y con el resto de instituciones porque soy consciente de que, sumando apoyos,  es la única manera de salir de todo esto.

¿Perjudicará económicamente este esfuerzo a las inversiones aprobadas en los presupuestos? 

Vamos a intentar que sean lo menos posible. Este lunes se adelantarán 10 millones de euros a los ayuntamientos,  aunque se ha retrasado el cobro de los tributos locales. Se van a mantener las inversiones que supongan generar empleo porque hay que pensar en lo que viene después, además vamos a crear un plan de ayudas que tiene que sumarse al impulso que venga desde los ámbitos nacional y autonómico, para relanzar la actividad económica, entre todos.   

En cuestión política, como secretario provincial del PP,  cree que su partido ejerce un papel adecuado en esta crisis? 

Creo que es tiempo de estar unidos, de solucionar los problemas de los ciudadanos,  ahora más importante que nunca porque se trata de la salud pública. Tienen que confluir todas las fuerzas políticas sin utilizar el apoyo como una carta blanca, no ya por los cargos orgánicos que pueda desempeñar sino como persona, pienso que la gente no entendería otra cosa, no está pata cuitas políticas sino para que la cuidemos y soluciones el problema, la gente confía en las instituciones, tenemos que devolverles la confianza,  tanto quienes estamos en ella como de las siglas que sustentan los gobiernos, esto tiene que ser una acción común de todos, nos llamemos como nos llamemos. 

¿Es optimista de que se pueda volver a la normalidad en un plazo razonable de tiempo?

Pensar en futuribles es complicado, que a nadie se le escape que, cuando pase esto, la situación va a ser difícil. Soy optimista teniendo en cuenta que habrá aspectos que van a ser esenciales en la sociedad resultante de la crisis, que no va a ser la misma. La salud va a ser primordial,  hay que invertir en investigación y desarrollo,  porque son los instrumentos que tenemos para salvaguardar la vida, y en industria propia y en el sector primario, para que nos provean de todo aquello básico más allá de acudir a importaciones.  Educación también, habrá que ser más exigentes con todos los currículum formativos, invirtiendo en tecnologías de la información y la comunicación.  

Hay que incorporar el elemento de la seguridad,  englobando a todos los Cuerpos y Fuerzas,  que da estabilidad al sistema, más allá de las medidas coercitivas;  llevar a cabo una interacción social positiva, con servicios y equipamientos,  muy profesionalizados,  y equipamientos y centros sociales para quien no cubre las necesidades básicas de una manera autónoma.

Para cerrar el círculo de elementos esenciales, las pensiones y garantía de ingresos mínimos de forma muy tasada para colectivos que no puedan incorporarse al mercado laboral o  hayan sido expulsadas del mismo, mientras se puedan reciclar para otros oficios. Luego habrá otro ámbito que no será esencial, en un primer momento,  el deporte o la cultura, incluso actividades sociales de ámbito comunitario,  donde va a ser muy difícil ponerlo en marcha porque cambiará la concentración de grandes colectividades, habrá que tomar precauciones, no me imagino ahora mismo un concierto tal y como lo hemos conocido. El tema del turismo habrá que ver cómo se acometen esos grandes movimientos humanos, que no podrán ser tan alegres como hasta ahora...