Los padres apremian para dotar a las aulas de medidores CO2

Sergio Arribas
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El director provincial de Educación, Diego del Pozo desconoce aún cuántos de los 16.000 aparatos que se distribuirán por la región corresponderán a Segovia, aunque asegura que el propósito es colocar uno por cada clase.

Imagen de archivo del interior de un aula, cedida por el CRA El Pizarral, en Bernardos.

Con el frío llegó la gran pregunta: ¿se puede ventilar un aula sin que sus alumnos se congelen? ¿Qué tiempo hay que abrir las ventanas para reponer el aire? La respuesta la ofrece un pequeño aparato, los medidores de dióxido de carbono (CO2), capaces de analizar la calidad del aire y comprobar si la ventilación natural, con ventanas y puertas abiertas, es suficiente para impedir contagios. Lo anunció hace unos días el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y lo confirma el director provincial de Educación, Diego del Pozo. “Se van a adquirir 16.000 medidores para los centros escolares de Castilla y León. Aún no sé cuántos corresponden a Segovia, pero la intención es colocar uno por aula”, asegura Del Pozo, que subraya cómo la dotación de estos equipamientos supone “un paso más” para aumentar la seguridad en las aulas. 

La ventilación está hoy regulada en los protocolos anti-Covid, que marcan la apertura de ventanas antes y después de la jornada lectiva, durante el recreo y entre clases. Los aparatos son capaces de testar el nivel de CO2 en cada momento, de manera que el profesor podrá conocer cuándo y cuánto tiempo es preciso abrir las ventanas para renovar el aire, evitando excesos que provoquen resfriados o, lo que sería más grave, concentraciones que favorezcan posibles contagios.

En un aula, los niveles normales de dióxido de carbono deben estar entre las 500 partes por millón (ppm) y los 800 ppm, de tal manera si se supera esta franja hay que ventilar de forma inmediata. 

Los padres apremian para dotar a las aulas de medidores CO2Los padres apremian para dotar a las aulas de medidores CO2 - Foto: Rosa Blanco

La presidenta de FEDAMPA Antonio Machado, Noelia del Barrio, que agrupa a 72 AMPAS de centros escolares de la provincia, asegura que una vez descartada la purificación del aire a través de equipos provistos de filtros HEPA —de alto coste y carentes del respaldo de Sanidad— las organizaciones de padres y madres de alumnos reclamaron la incorporación de estos medidores. 
«Queríamos algo que nos diera seguridad. Los protocolos son muy genéricos y estos detectores —asegura— permiten evaluar cómo se está ventilando y cuánto tiempo necesita cada aula. Eso nos permite también poder cerrar ventanas para que ni los profesores ni los niños pasen frío y que tampoco se derroche en calefacción».

Del Barrio explica que lo primero será hacer una detección con el aula llena de alumnos para comprobar el tiempo en que se consume el aire limpio y se produce el CO2, lo que marcará en cada clase cuándo es necesario ventilar y en qué grado.

UNA CAPA MÁS DE ABRIGO. Satisfechos con la decisión de la Junta de incorporar los aparatos, la duda está en el tiempo en que tardarán en llevarlos a las aulas. «Nos gustaría que fuera lo más ágil posible porque de nada serviría que la tramitación se dilatase y llegasen en septiembre», afirma Del Barrio, que, ante las gélidas temperaturas de este invierno y la necesidad de ventilación de las aulas, recomienda a las familias «poner también algo de nuestra parte y abrigar un poco más a los niños, con una capa más, con camisetas térmicas, algo que les permita estar cómodos y no abrigos gordos». «Si que nos han dicho los ayuntamientos y la Junta que ponen fuerte la calefacción. Se agradece, pero no es necesario tanto derroche».

El director provincial de Educación, Diego del Pozo.El director provincial de Educación, Diego del Pozo. - Foto: Rosa Blanco

Sobre la vuelta a las clases tras el parón vacacional, los padres admiten su «preocupación» porque «la situación no es la misma. La cifra está bastante peor, aunque seguimos apostando por las clases presenciales», apunta la presidenta de la FEDAMPA. 

Por su parte, Del Pozo recuerda que el primer trimestre del curso en Segovia acabó sin ninguna de sus 1.350 aulas confinada y con una incidencia de 0,09 contagios entre 25.000 alumnos; una baja incidencia que el director provincial atribuyó a un «trabajo colectivo, no solo por los protocolos de la consejería, sino por el trabajo del día a día de profesores, directores de centros, personal de los colegios, padres y alumnos que se han tomado en serio las medidas para convertir a los centros en espacios seguros”. «Para lo que queda de curso firmaba la misma situación del primer trimestre», subraya Del Pozo.

En su opinión, «si todos permanecemos con los ojos abiertos, manteniendo las normas, colaborando y comprometidos (...) seguramente los resultados serán similares a los obtenidos hasta ahora».

Los padres apremian para dotar a las aulas de medidores CO2Los padres apremian para dotar a las aulas de medidores CO2 - Foto: Rosa Blanco

«TENEMOS PLAN B PARA LA ENSEÑANZA ONLINE. ESPERAMOS NO TENER QUE USARLO». Tanto desde la dirección provincial de Educación como desde las asociaciones de padres la apuesta sigue siendo las ‘clases presenciales’; de manera que, por ahora, no se contempla la suspensión de las clases, pese a la fuerte escalada en el ritmo de contagios de la tercera ola en Segovia. «Hay sindicatos que piden la suspensión, pero se ha demostrado que las clases online no funcionan y lo digo por experiencia propia», afirma la presidenta de la FEDAMPA Antonio Machado, Noelia del Barrio. En los peores días de la pandemia, durante el estricto confinamiento domiciliario, la enseñanza online destapó sus carencias; así como cuando, ya con el nuevo curso, a algunos alumnos les enviaron a sus casas a pasar las cuarentenas por dar positivo o por ser contactos estrechos de personas contagiadas.

«Ha habido profesores que se limitaban a mandar las tareas y eso no es la enseñanza más correcta, aparte de que los niños necesitan el contacto con sus compañeros, socializarse es tan importante como el puro aprendizaje», apunta Del Barrio.

El director provincial de Educación, Diego del Pozo, también apuesta por las clases presenciales. «El reto era conseguir un curso presencial y seguro. Se han puesto en marcha protocolos, se han movilizado recursos humanos y materiales sin precedentes y eso es lo que ha permitido ese bajos niveles de contagio». No obstante, Del Pozo asegura que todos los centros escolares de Segovia están preparados para afrontar una enseñanza online.

«Además de la compra de ordenadores para los alumnos más desfavorecidos; también ha habido formación del profesorado y todas las programaciones didácticas están preparadas para esa posibilidad. El plan B existe, pero esperemos no tener que utilizarlo y que la enseñanza presencial continúe durante todo el curso».