La población que vive en el medio rural de Castilla y León lo hace de forma voluntaria, ya que siete de cada diez personas no se plantean irse de su pueblo al valorar la mejor calidad de vida (29 por ciento) y razón de pertenencia a su lugar de origen (26). No en vano, entre el 30 por ciento de los que admiten alguna posibilidad de emigrar, la mayoría sería por trabajo (36,5 por ciento) o por tener más comodidades o servicios (33). Y es que el Barómetro de la España interior, elaborado por la Fundación España Habitar (FEH), recoge que las principales barreras de los habitantes de un municipio con menos de 5.000 habitantes son las dificultades para la movilidad y la falta de acceso a la sanidad.
El barómetro, realizado con respuestas de 601 encuestas telefónicas, destaca que entre otras razones para vivir en el pueblo están la reunificación familiar (19 por ciento), mayor estabilidad laboral (once) y menor coste de vida (9,8). No en vano, ocho de cada diez residen en una vivienda de su propiedad. En este sentido, el estudio recoge que ellos conocen a personas dispuestas a vivir en el medio rural aunque tienen el problema de acceder a una casa.
Por encima de todo, se sitúa la calidad de vida ya sea por la proximidad a la naturaleza, integración en la vida del pueblo, seguridad, relaciones sociales y personales y salud emocional y física. Una de las conclusiones del estudio es que más de la mitad de los residentes en municipios de menos de 5.000 habitantes de Castilla y León se encuentra «totalmente satisfecho» con su vida en el pueblo y se valora con un notable alto (8,3). Además, la satisfacción crece con la edad puesto que la nota aumenta hasta el 8,6 entre los mayores de 65 años.
El 70% de la población rural no se plantea abandonar el pueblo - Foto: FS ICALPor grupos, quienes han vivido toda la vida en su pueblo son los que mejor puntúan esta opción (8,4), mientras que la nota más baja (7,7) corresponde a quienes solo pasan temporadas en el pueblo. En cuanto a las perspectivas de futuro, el 20,8 por ciento de los encuestados considera que las previsiones de crecimiento de la población son «buenas» o «muy buenas».
Acabar con el derrotismo
El estudio, que cuenta con el apoyo de CaixaBank, supone el pistoletazo de salida para la Fundación España Habitar, un proyecto impulsado por la consultora Puentia mediante el que se pretende explotar el potencial de la España interior. El secretario general de la Fundación, Javier Sánchez Oliva, destacó que se busca poner en valor la España rural y hacerlo de manera positiva al considerar que es una zona de oportunidades. «Existe cierta sangría poblacional en Castilla y León pero las personas que viven en los pueblos no desean irse», expuso. En el mismo sentido, se pronunció Álvaro Elúa, uno de los patronos, quien precisó que el objetivo es cambiar el discurso de «cierto derrotismo» del entorno rural. «Se habla de la España vaciada pero resulta que hay gente que vive allí, por lo que sería más correcto de una España con poca población», significó. En este sentido recordó que en torno de un 10% de la población vive en un 70% de los municipios, un dato que es mayor en Castilla y León, donde uno de cada tres personas reside en pueblos menores de 5.000 habitantes.
El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Enrique Cabero, valoró la «audacia» y «tenacidad» de la nueva fundación al destacar que la España del interior es la España de las oportunidades, pese a que no hay que ocultar los problemas existentes como el reto demográfico y la necesidad de transformar el modelo.
Además, FEH pondrá en marcha otras iniciativas como un Laboratorio de Pensamiento en el que expertos analizarán aspectos relacionados con el medio rural y propondrán alternativas y un Foro España Habitar, cuya primera edición se celebrará en 2023, como un espacio de diálogo entre la España rural y la España urbana.