El fútbol se piensa con ojos de delantero. No se entiende nada sin el gol, todo gira en torno a ese elemento que transporta felicidad y tristeza al mismo tiempo. El ariete es el que más trofeos individuales gana, el que más elogios se lleva y el que se considera como jugador más influyente sobre el terreno de juego. Todos esos estereotipos los está derribando Thibaut Courtois, actualmente el futbolista clave para entender los éxitos del Real Madrid, la temporada pasada y la presente.

El belga parece no saber hacer paradas del montón, no decisivas. Siempre que interviene es para cambiar el guion de los encuentros. Lo hizo el pasado martes, cuando al borde del descanso de un encuentro de vuelta de cuartos de Liga de Campeones, su equipo lo estaba pasando mal. Un tanto del Chelsea en ese momento hubiera cambiado todo. Pero el 'muro' merengue se agrandó una vez más. 

Un centro pasado encontró a Marc Cucurella libre de marca en el segundo palo. El catalán controló y, con todo el tiempo del mundo, pudo pensar dónde dirigir el disparo que tenía como objetivo inspirar el mayor de los temores en su contrario. Courtois lo vio, reaccionó tras recorrer de lado a lado la línea de meta, y se abalanzó intuyendo la zona del chut del carrilero zurdo 'blue'. ¿El resultado? El de siempre: el belga sacando la rabia contenida a los cuatro vientos, mientras recibía la felicitación de los suyos, y aumentaba el temblor de las piernas en los contrarios cuando él aparece en su camino hacia el gol.

Lo mismo hizo en la ida, también contra el combinado inglés. Cuando el equipo de Chamartín se colocó 1-0 en el Bernabéu, nadie esperaba que el saque de centro de los de Frank Lampard se transformara en una ocasión propicia para el empate de forma tan seguida. Nadie, menos el portero merengue. Sterling recibió dentro del área y se topó con una nueva reacción del arquero.

Cualidades innatas

Courtois dejó una de las mayores exhibiciones de un portero en la historia del fútbol en la pasada final de la Champions, donde desquició a jugadores de primer nivel como Mohamed Salah y Sadio Mané para evitar que el Liverpool cantase victoria.

Y es que, una de las grandes cualidades del meta es su capacidad para intervenir en encuentros de una gran importancia y para salir triunfante en acciones de un contexto muy desfavorable.

El belga se ha destapado como el principal valedor de los títulos continentales del Real Madrid. A la vez que agranda su leyenda, Courtois se transforma en ese 'muro' insalvable que ven los rivales cuando lo tienen delante.