«Lo que quiero dejar claro es que, para mí, mover ahora la escultura no es un asunto prioritario, ni me preocupa, ni está en primera línea de trabajo de este equipo de gobierno». Así ha querido zanjar esta semana el alcalde de la ciudad, José Mazarías, la polémica en torno al posible traslado de la popular figura del diablillo, desde su actual ubicación en la calle de San Juan a la plaza de Dia Sanz, junto a la fachada posterior de la Academia de Artillería.
El autor de la escultura, José Antonio Abella, había hecho declaraciones en los últimos días oponiéndose al cambio de ubicación de una obra de arte que donó a la ciudad para el pretil de la céntrica cuesta de acceso al recinto amurallado e incluso dijo que no descartaba acciones legales si el equipo de gobierno del PPen el Ayuntamiento decidía llevar a cabo la medida.
Abella también ha llegado a proponer un referéndum o consulta a la ciudadanía de Segovia, algo que el alcalde ha descartado tajantemente porque considera que el asunto «no es tan importante ni vital para la ciudad».
Mazarías asegura que el concejal de Cultura ha hablado con el artista, aunque la instalación del diablillo fue iniciativa de Turismo, y se trabaja para buscar una solución ante los problemas de seguridad que plantea la actual ubicación. «¿Se va a hacer responsable el señor Abella si algún día se produce un atropello o una caída?», pregunta.