«Yo creo que nunca he llorado más en mi vida». Vanesa López, vecina de San Rafael, trata estos días de reorganizar su vida tras la increíble situación que está viviendo. Trabajadora a turnos en la recepción de un hotel, su jefa la ha autorizado a que tenga un turno fijo hasta que recupere el carnet de conducir. Está pendiente de que le llegue la notificación de que lo ha perdido después de que en los últimos días le hayan llegado 17 denuncias de un semáforo fotorrojo ubicado en San Rafael. No es la única. Las 'víctimas' de este radar activado sin previo aviso son numerosas. Hasta el alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, reconoce que le ha llegado una.
El sentimiento entre los denunciados es de incredulidad y San Rafael está revolucionado con este asunto. «Ese semáforo de fotorrojo lleva puesto años y nunca había denunciado hasta que estos meses de julio y agosto han empezado a llegar denuncias a los vecinos», explica el regidor de El Espinar. De acuerdo a algunos testimonios, esas multas que están recibiendo son por infracciones cometidas desde el pasado mes de mayo. «Las que me han llegado a mí son de mayo y junio. Me quedarían por recibir las de julio y agosto. Esto no es normal», se lamenta la vecina de las 17 denuncias.
Este semáforo de fotorrojo 'multón' se encuentra en el casco urbano de San Rafael. En la N-603, a la salida de la localidad en sentido Segovia. La Dirección General de Tráfico (DGT) instaló en 2015 este sistema de semáforos fotorrojo, que se basa en la captación de imágenes antes y después del paso del semáforo. Si éste es rebasado en rojo, descifra la matrícula del vehículo infractor y envía la notificación de forma automática al centro de tratamiento de denuncias automatizadas. Solo se abre si el vehículo circula por debajo de 50 kilómetros por hora.
El alcalde de El Espinar y vecinos consultados aseguran que nunca hasta ahora había emitido denuncias. De hecho hay otros dos semáforos de fotorrojo a apenas unos metros –en ambos extremos de la Travesía de San Rafael– y en estos no se ha producido el mismo aluvión de denuncias. «Todas son del que se encuentra en la salida hacia Segovia», remarca Figueredo, quien explica que se ha puesto en contacto con la DGT para consultar si el semáforo está homologado y funciona correctamente: «Me han dicho que funciona bien, que no tiene ningún problema».
RECURSOS. Por qué ha comenzado a denunciar ahora es una pregunta que no sabe responder. «Lo que le estoy diciendo a la gente es que siga las instrucciones que pone en la denuncia y que recurra la sanción». Son 200 euros –100 en pronto pago– y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir. Vanesa López ya ha comenzado a pagarlas. «A mí mi jefa me ha dicho que no me preocupe, pero va a haber gente que no va a poder ir a trabajar. Se están cebando. Es verdad que al final nos estábamos saltando un semáforo en rojo y que nos hemos confiado, pero si te llega la primera denuncia a la semana o a los 15 días, pones solución y vas con más cuidado, pero que las estén mandando seis meses después...», se queja.
El jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor, defiende la legitimidad de estas denuncias. «Si te saltas un semáforo en rojo, estás cometiendo una infracción», subraya, al tiempo que aclara el motivo por el que ha comenzado a denunciar: «Se han resuelto las dudas técnicas que existían». Sin embargo, los vecinos creen que el funcionamiento del semáforo presenta deficiencias. «Si te incorporas a la carretera desde la urbanización Campo Verde, que está junto al semáforo, el sensor no te detecta y el semáforo no se abre hasta que no viene uno por detrás», argumentan. También aseveran que no hay señalización que avise de la existencia de este semáforo. De momento solo les queda recurrir y esperar que la administración o los jueces se apiaden.