"Las obras deben estar en el lugar donde fueron hechas"

M.Galindo
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José María Rubio, delegado diocesano de Patrimonio aboga por el diálogo y la formación para mantener y preservar el legado cultural y artístico de la Iglesia

José María Rubio, en el Palacio Episcopal. - Foto: Rosa Blanco

Tras décadas de trabajo en defensa del patrimonio de la Iglesia bajo la dirección de un sacerdote, el obispo ha designado a un seglar, José María Rubio, como nuevo delegado diocesano de Patrimonio, sin duda una de las responsabilidades más importantes de la diócesis dado el vasto legado que Segovia conserva en templos y arte sacro a lo largo y ancho de la provincia. Vinculado a la Catedral, donde ejerce profesionalmente como guía del primer templo de la diócesis y enamorado del arte religioso, Rubio afronta ahora esta nueva etapa con ilusión y humildad, preocupado de forma especial por la divulgación del conocimiento del patrimonio artístico de la Iglesia en Segovia ya que "no se ama lo que no se conoce". Nacido en Muñopedro en 1958, Rubio atesora una amplia formación como docente y experto en arte sacro, y desde 2014 forma parte del equipo de guías oficiales de la Catedral de Segovia. A su experiencia añade también la publicación de libros y folletos sobre arte sacro y costumbres tradicionales.

 

El obispo ha decidido designarle como nuevo delegado diocesano de Patrimonio, un cargo hasta ahora ocupado por sacerdotes de la diócesis. ¿Cómo ha recibido este nombramiento y qué expectativas tiene para desarrollar este trabajo de conservación, mantenimiento y protección del legado artístico de la Iglesia en Segovia?

Efectivamente, la decisión es del obispo y del equipo de Gobierno diocesano, ya que son ellos quienes deciden. La oferta me llegó a mí y la acepté como un servicio a la diócesis, y es un nombramiento que recibo con agradecimiento, porque en el fondo es un reconocimiento a la persona, pero lo recibo también con mucha humildad, sabiendo que es un cargo en el que vas a hacer lo que puedas y no lo que quieras. Me gustaría poder llevar a cabo todas las ideas que tengo, pero las cosas son como son; hay que ser realistas y  llegaremos donde podamos y haremos lo que podamos, pero lo hago también con el convencimiento de que conservar el patrimonio heredado, en este caso nuestro el patrimonio religioso es un digamos un deber de todos, no solamente de los curas y de los parroquianos. En esa labor voy a estar,  en convencer a la gente de que proteger su iglesia o su ermita o sus imágenes o sus cuadros es una responsabilidad de todos. A veces no podremos asumir una restauración porque es cara o porque hay otras prioridades, pero desde la posición de los laicos podemos hacer cosas tan sencillas como mantener limpios los templos, que es algo que podemos hacer muy fácilmente y que puede servir de forma efectiva a su conservación.

También es sencillo  tratar con esmero y cuidado las imágenes de los santos y las vírgenes cuando salen en procesión en las fiestas patronales. Ojalá se hagan muchas procesiones y se siga con esta tradición, pero siempre desde  el respeto y el cuidado  a las imágenes, y si el clima amenaza lluvia o mal tiempo, pues a lo mejor hay que suspender esa procesión y hacerla en otro momento… Son pequeñas cosas que están al alcance de todos y que hay que tener en cuenta, porque tenemos un importante patrimonio que tenemos que proteger.

Durante el tiempo que esté en este cargo quiero que quede muy claro el objetivo mínimo que persigo, y es que no empeoremos las cosas por mala praxis o mal uso, y a partir de ahí, y en la medida de lo posible ir viendo cómo se puede ir mejorando esa conservación del patrimonio.

 

Hablaba de objetivos mínimos, pero ¿cuáles van a ser las líneas fundamentales que se ha marcado en su trabajo al frente de esta delegación?

Es evidente que durante los últimos años se ha trabajado muy bien, pero yo quiero marcar una línea fundamental y es dar a conocer el patrimonio a la gente porque es el conocimiento lo que va a favorecer que podamos respetar y conservar nuestro patrimonio. Creo que tenemos un déficit de formación sobre las imágenes, los cuadros o los templos de la diócesis, no podemos quedarnos únicamente en que tenemos unos santos que deben ser muy antiguos… tenemos que darles consistencia a través del conocimiento, para que la gente sepa el valor que tienen tanto las pequeñas iglesias como las grandes, las que son Bienes de Interés Cultural y las que no lo son. Segovia tiene un amplio patrimonio con muchas cosas de valor, pero tenemos que conocer ese valor, porque el valor religioso lógicamente lo sabemos, pero el que sabemos menos es el valor cultural. Por ello, considero que uno de los grandes objetivos que me voy a marcar es darlo a conocer, es decir, que la gente de un pueblo o el turismo que visite las iglesias en los programas de verano sepa el valor que tiene todo lo que ve, porque sólo desde el conocimiento podemos generar el respeto hacia el legado que tenemos la obligación de conservar.

 

El conocimiento del que habla exige una implicación de la propia sociedad ¿Cómo puede promoverse?

Yo apenas llevo quince días en el cargo y estoy en pleno proceso de adaptación. Soy consciente de que cualquier iniciativa debe ser avalada y aprobada por  la diócesis, pero yo creo que  hay ideas que puede ser interesantes, como por ejemplo poder aprovechar las actividades parroquiales para incluir alguna relacionada con el patrimonio, o aprovechar las semanas culturales de los pueblos para  meter una actividad que puede ser el conocimiento del patrimonio histórico de su iglesia o de su entorno o, por ejemplo, traer la gente aquí a Segovia a conocer la Catedral a tantos segovianos de la provincia que pasan por la Catedral y a lo mejor no han entrado nunca …  son programas que sí que tengo en mente pero todavía no tengo claro, cómo lo vamos a hacer pero lo que es cierto es que tenemos que tenemos que acercar los pueblos a la capital. De este modo, cuando comentemos que

Segovia tiene mucho patrimonio lo hagamos desde el conocimiento, y sería bueno poder publicar cosas, algo que sería también un buen objetivo, pero todo eso debe realizarse dentro de un programa establecido.

 

Segovia afortunadamente cuenta con un patrimonio religioso vastísimo tanto en la capital como en la provincia y unos recursos muy limitados en lo económico a la hora de poderlo preservar. El obispo ha dicho siempre que en la conservación del Patrimonio siempre se hace más con menos pero en este sentido ¿cómo se va a trabajar a la hora de priorizar un poco las obras que haya que hacer en materia de rehabilitación o de restauración?

Hay una parte importante que no corresponde a nuestra delegación que es las iglesias que no son BIC y por nuestra parte nos vamos a dedicar más a las iglesias que tienen esta declaración, pero sin descuidar el resto. La prioridad es, obviamente, atender a aquellas que necesiten una restauración urgente, y ponemos como ejemplo la iglesia de San Esteban en Segovia, que necesita una recuperación rápida y que en breve vamos a empezar con la primera fase en las cubiertas, cuyo proyecto está ya en fase de licitación, ya que si no arreglas los tejados, cualquier cosa que quieras hacer en el interior del templo sería inservible. Después emprenderemos la segunda fase para arreglar el interior no sólo para que se pueda abrir al culto, sino también a las visitas turísticas, al estar situada en el magnífico entorno del Palacio Episcopal y muy cerca de la Catedral  puede ser un nuevo centro de referencia en lo cultural y en lo turístico.

Por lo demás, yo estoy en una primera fase de conocimiento real de la situación, aunque es verdad que conozco mucho porque he viajado mucho por los pueblos y he estado en contacto con la gente y con los párrocos, pero tengo que centrarme un poquito más en lo que es lo realmente urgente.

 

Para llevar a cabo estas obras, es fundamental la colaboración con las instituciones. ¿Cómo va a gestionar las relaciones con las instituciones municipales y autonómicas?

De momento voy a tener reuniones ya con el director general de Patrimonio, pero hasta el momento, como ha pasado el verano todavía no puedo ofrecer ninguna noticia ninguna novedad con respecto a esto porque no nos ha dado tiempo literalmente, pero entiendo que se trabajará en esa línea. Los pocos contactos que he tenido aquí con la Junta la verdad es que me parece una gente muy comprometida en la defensa del patrimonio, he encontrado gente dispuesta y verdaderamente y muy entendida, y ese es el camino. Por ello, creo que trabajando y colaborando entre todos podremos conseguir quizá no todo lo que nos gustaría, pero si ir poquito a poco haciendo lo que podamos

 

En este momento, ¿cuál sería la principal preocupación de la diócesis en cuanto al estado del patrimonio religioso?

Bueno, yo creo que en general el estado general es bueno, o sea, yo no veo grandes problemas,  tenemos que conservar un poco más lo que tenemos, pero yo a priori y dentro de que insisto llevo muy poco tiempo, no veo problemas gravísimos , pero si creo que hay que estar más atentos a los pequeños municipios, y en este sentido creo que hay que ofrecerles el máximo respeto cuando acuden a resolver los problemas de su patrimonio religioso. Creo que a la gente hay que darle una explicación cara a cara, porque a veces se piden cosas que son imposibles, y que no se pueden arreglar con una carta o con una fotografía que han mandado. Tenemos que estar con ellos, establecer cauces de diálogo para decirles que les entendemos y vamos a ver lo que solicitáis, y cuando haya que decirles que eso es inviable, eso es imposible o es poco razonable, poder hablar con franqueza y desde el respeto.

Por ello queremos educar un poco a la gente porque a veces emprender la restauración de un retablo no es dejarlo como nuevo, sino recomponerlo de manera que se vea el paso del tiempo, y eso a veces es complicado de explicar, pero yo quiero decirlo a la cara a los vecinos para explicarles todo lo que se puede o no se puede hacer. Para ello contamos con la ayuda de los párrocos, que son los primeros responsables de mantener el patrimonio, sobre todo en zonas donde cada vez es evidente la despoblación rural, que es el problema de fondo. A lo mejor en una iglesia no podemos restaurar un retablo, pero si podemos tenerla limpia de polvo para que no entre en los cuadros y las esculturas….

 

En el ámbito rural, la despoblación genera problemas de seguridad en templos, que ponen al descubierto sus problemas para poder preservar sus valores con garantías.

 Es que los pueblos cada vez se quedan con menos gente,  será un tema que habrá que abordar y que tendremos que ver cómo poder solventar. Yo creo que el tema de la población de momento tiene poca solución, e iremos poquito a poco viendo como como podemos ir solventando estos temas. Y o soy partidario de que las obras se queden en el sitio para que fueron hechas, porque hay muchas generaciones de su pueblo que han estado con esas imágenes o con esa pila bautismal, aunque hace a lo mejor 30 años que no se bautizan ningún niño, pero es que esa pila ha sido parte de la vida de la gente, ahí se ha bautizado la gente en esa iglesia.  En las iglesias se han casado, han despedido a sus familiares cuando han fallecido  y tenemos que transmitir ese valor sentimental, sobre esas imágenes ha rezado su gente, ha llorado su gente, han celebrado sus fiestas y yo creo que habrá que cuidar para que la seguridad se haga cada vez  mejor conforme a la responsabilidad del párroco y la parroquia, que cumplen de forma  eficaz y diligente con todas las medidas que se proponen.

 

Hablábamos antes de las instituciones, pero también se habla de la necesidad de recurrir al mecenazgo privado para la hora de poder cometer algún tipo de obra ¿Apuestan desde la diócesis por esta línea?

Es verdad que tenemos que acudir a esta vía, con la gente que nos pueda ayudar, aunque quizá en la capital pueda ser más fácil que en los pueblos pequeños, porque carecen de menos recursos en ese sentido. Tendremos que ver qué empresa tienen que pueda ayudarles, porque  sí que es verdad que la gente del pueblo tiene sus contactos con gente que vive  los fines de semana y yo creo que es un programa que habrá que mirar con cuidado.