José Mazarías no ha dado una rueda de prensa para  hacer balance en exclusividad de los primeros 100 días de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Segovia después de dos décadas de alcalde y alcaldesas socialistas. Mientras el regidor segoviano se ha resistido durante toda la semana a analizar de forma conjunta, y en una comparecencia monotemática, el trabajo desarrollado por su equipo, el equipo 'Maza', como lo autodenominó en la campaña electoral, todos los grupos de la oposición han hecho su propio balance, muy crítico en general con la gestión de los populares durante los tres meses transcurridos desde su llegada a la Alcaldía de la ciudad. 

No ha pasado desapercibido el hecho de que el alcalde haya estado ocupado los últimos días, entre otras cuestiones en viajes oficiales o 'escapadas' de partido – ostenta el cargo de coordinador general del PP en la provincia –, ausencias de la ciudad que le reprochan desde el principal grupo de la oposición municipal, el Socialista, donde también critican su inasistencia a fiestas y eventos de los barrios.

Por el contrario, su agenda institucional durante las dos últimas semanas: presencia en el Encuentro de Líderes Urbanos celebrado en Málaga, en reuniones de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad tanto en Ávila como en Toledo, la reunión de trabajo del lunes pasado en Valladolid con el presidente de la Junta, o su asistencia al multitudinario acto del PP celebrado en Madrid el pasado domingo o a la primera jornada de la sesión de investidura de Feijóo en el Congreso de los Diputados, le han permitido pasar de puntillas por una efeméride que no han dejado pasar la mayoría de alcaldes de grandes ciudades y capitales de provincia. 

Eso sí, el alcalde ha comparecido los últimos jueves para dar cuenta de los asuntos tratados por la Junta de Gobierno Local y responder a todas las preguntas de los medios locales. Ante las críticas de la oposición, Mazarías antepone el compromiso y el trabajo realizado por los concejales populares, aunque algunos no se hayan liberado todavía como estaba previsto. 

Hasta el momento ha anunciado una auditoría externa para analizar la situación económica del Ayuntamiento, ha llevado a cabo un refuerzo en la limpieza viaria de los barrios, instalado plazas de aparcamiento especiales para los usuarios de 19 farmacias o iniciado el procedimiento para contratar el servicio de ayuda a domicilio y el programa de educación ambiental 'Segovia Educa en Verde'.

El gobierno municipal ha solicitado una prórroga para la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones, ha puesto en marcha una campaña para divulgar la extensión del contenedor marrón (para residuos orgánicos) a todos los barrios e iniciado convocatorias de ayudas a negocios locales y el proyecto cultural Open Studio, para conocer los estudios de artistas segovianos o ensayado un sistema de lanzaderas con microbuses para acceder al recinto amurallado y renunciar al ascensor del Salón para abordar otro proyecto.  

Todos los grupos de la oposición coinciden, sin embargo, en que el nuevo equipo de gobierno adolece de inacción ante los principales retos de la ciudad, entre ellos los relativos a la gestión del área de Urbanismo y vivienda pero también los relacionados con la presión fiscal, el desarrollo económico, incluyendo el uso del edificio CIDE, o la mejora de dotaciones sanitarias, educativas, deportivas, con el apoyo de la Junta, así como la planificación en la conservación del patrimonio cultural. 

OPOSICIÓN. Para la líder del Grupo Socialista, el principal de la oposición, Clara Martín, los primeros 100 días de Gobierno del alcalde y su equipo están marcados "por la soberbia y el autoritarismo, la falta de trabajo y transparencia, las decisiones arbitrarias y caprichosas, la ausencia de diálogo y desprecio a la oposición". Eso además de lo que considera "una muy preocupante parálisis e inacción ante proyectos claves para nuestra ciudad".

Martín, que sí ha ofrecido esta semana una rueda de prensa para hacer balance de los primeros meses del gobierno municipal del PP,  considera que los concejales populares han dado muestras de un desconocimiento profundo de la gestión municipal, "mientras no han tenido pudor en desvelar cuáles son sus verdaderos intereses, los suyos propios, con ese importante aumento en el número de concejales liberados (a sueldo del Ayuntamiento) y ese propósito de retribución salarial desorbitada que frenó la oposición con el PSOE a la cabeza".

La portavoz de VOX, Esther Núñez, afiirma que los segovianos están esperando "a que el PP tome las riendas del gobierno municipal y reaccionen a las políticas nefastas de la izquierda, instaladas en el Ayuntamiento de Segovia y que por inercia, hoy por hoy, hay una continuidad por parte del PP".

Señala que la ciudadanía sufre la misma presión fiscal y los segovianos están sorprendidos con la intención de la subida de sueldos, "con la misma cultura ideológica y con hacer más difícil la vida de los segovianos, como por ejemplo en la Semana de la Movilidad, que ha afectado a los usuarios y que en el futuro impedirá el acceso al casco histórico. Que se dejen de restricciones".

Para esta formación política, "no hay tiempo que perder. Segovia necesita que el PP se oriente para dar soluciones a los principales problemas: atraer inversion para generar empleo y que nuestros jóvenes quieran quedarse a vivir en  Segovia, limpieza y renovación de los barrios más degradados incluidos los incorporados y los polígonos industriales o dar seguridad y garantizar el descanso de los vecinos. En definitiva, dar las soluciones a las preocupaciones y necesidades reales de los segovianos".

Desde Izquierda Unida, el concejal Ángel Galindo destaca, entre otros asuntos, que el nuevo alcalde "ha reducido la participación de la oposición" y, aunque se presentó como el "alcalde del diálogo", una de las primeras medidas de Mazarías fue expulsar a la oposición de las Juntas de Gobierno. "Hasta entonces se participaba con voz y sin voto, lo que facilitaba el seguimiento de los temas y el trabajo a los diferentes grupos", apostilla.

Destaca también el portavoz de la formación de izquierdas que el nuevo gobierno del PP "ha seguido la línea del PSOE de participar oficialmente en actos religiosos representando al Ayuntamiento. Además, Mazarías ha recuperado el pago de los servicios religiosos en el cementerio municipal, algo que desde IU suprimimos en el pasado mandato".

Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero, "Mazarías y su equipo se han quedado en lo superficial, en el ornamento" y les anima a "entrar en el fondo de los asuntos esenciales para nuestra ciudad, que son los que deberían dar paso al futuro de Segovia".

"De 200 propuestas que incluye el programa electoral del Partido Popular, han puesto en marcha tres. La relativa a los aparcamientos de las farmacias –no sin reticencias y lentitud-; la de ubicar en el paseo del Salón las ferias y eventos –con el consiguiente disgusto de los expositores, que ya se han manifestado- y la relativa a las señales turísticas, pero por el momento sin hacerlas inteligentes", ha detallado Otero.

Por último, Guillermo San Juan, de Segovia en Marcha (candidatura de Podemos y Alianza Verde), considera que los primeros meses del gobierno del PP en el Ayuntamiento "se pueden resumir en soberbia, ocurrencias y caprichos, en un equipo de gobierno distante que está desconectado de lo que pasa en Segovia y de lo que necesitan nuestros vecinos y vecinas".

"Mazarías parece seguir en campaña electoral, lanzando ideas peregrinas desde la Alcaldía sin ninguna valoración técnica que además consolidan la ciudad como un espacio exclusivamente pensado para el turismo: desde el borrador de ordenanza de terrazas hasta el apolillado proyecto del parking de los Tilos, pasando por la ocurrencia de lanzaderas al recinto amurallado, o las escaleras mecánicas para turistas en los laterales del Alcázar. También pretende llevar a cabo otros "grandes y audaces proyectos tremendamente necesarios" para Segovia, como "dignificar" la entrada a la ciudad con una gran bandera de España y unas letras que ayuden a los turistas despistados a saber que no están en Ávila o Salamanca. Parece de risa", ha ironizado San Juan.