El 16% de fallecidos en accidentes dieron positivo en alcohol

Sandra Segovia
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Según los datos desde el año 2020, de las 31 víctimas mortales en las carreteras segovianas tres dieron positivo en alcohol y drogas, uno en alcohol y psicofármacos y otro solo en alcohol

Un Guardia Civil realiza una prueba de alcoholemia a un conductor durante la operación del de la DGT de agosto. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

Los datos de los últimos años en la provincia de Segovia revelan datos esperanzadores en lo que respecta al consumo de alcohol y drogas al volante. Lo cierto es que en cálculos generales, el 16 por ciento de fallecidos en accidentes de tráfico en los años 2020, 2021, 2022 y 2023 dieron positivo en la prueba de alcohol en sangre realizada durante el informe forense. Unos datos que en la provincia de Segovia están muy por debajo de la media nacional, lo que ha hecho que el Ministerio del Interior busque reducir la tasa de alcohol permitida al volante. 

En cifras, ese 16 por ciento se traduce en cinco de los 31 fallecidos en las carreteras durante los últimos años. De estos cinco, dos habían hecho una combinación de sustancias: uno arrojó un resultado positivo de alcohol junto a drogas y otro de alcohol junto a psicofármacos. Además, a estos se suman otros cinco fallecidos en el mismo periodo de tiempo de los cuales cuatro habían consumido psicofármacos y uno, drogas. Así, cuatro de las víctimas mortales dieron positivo en una sustancia, tres lo hicieron en dos sustancias y otros tres lo hicieron en tres sustancias. El resto de las víctimas mortales (21), dieron negativo en todas las pruebas. 

Analizando los datos por años, en 2020 hubo nueve víctimas mortales en las carreteras segovianas, de las cuales dos arrojaron resultados positivos en los análisis toxicológicos. El perfil de ambos es varón, de entre 55 y 64 años de edad. Uno de ellos dio positivo en psicofármacos (opioides), mientras que el otro lo hizo en tres sustancias: alcohol y psicofármacos (benzodiacepinas y antidepresivos). 

En el año 2021 hubo un descenso de los fallecimientos en carretera, reduciéndose la cifra a cinco, de los cuales tan sólo uno arrojó un resultado toxicológico positivo, en este caso en tres sustancias: alcohol y drogas (cocaína y anfetaminas), siendo un varón de entre 18 y 24 años. 

Sin embargo, en 2022 las cifras volvieron a aumentar considerablemente, dejando diez víctimas mortales en las carreteras. La mitad de los fallecidos proporcionaron un resultado positivo en las pruebas toxicológicas. Todos ellos eran varones, aunque en distintos rangos de edad. Uno se encontraba entre los 18 y los 24 años, y dio positivo en dos sustancias: alcohol y drogas (cannabis). Dentro del rango de edad entre los 35 y 44 años la víctima arrojaba un resultado positivo en drogas (cocaína). Entre los 55 y 64 años se produjeron dos fallecidos, uno de ellos daba positivo en alcohol mientras que el otro lo hacía en tres sustancias: alcohol y drogas (cannabis). La última víctima mortal tenía más de 65 años, y arrojaba un resultado positivo en psicofármacos (benzodiacepinas).

Por último, el año 2023 ha sido más esperanzador, reduciéndose la cifra de víctimas mortales de tráfico a siete, de las cuales dos proporcionaron un resultado positivo en las pruebas toxicológicas. Ambas eran mujeres y ambas habían consumido psicofármacos, la primera en un rango de edad comprendido entre los 25 y 34 años, quien dio positivo en benzodiacepinas y antidepresivos, mientras que la segunda víctima, de entre 35 y 44 años, lo hizo en benzodiacepinas, antidepresivos y opioides. 

En comparación con la media de España, la provincia de Segovia se sitúa muy por debajo. Y es que a nivel nacional fallecieron 4.313 personas en las carreteras, de las cuales 2.175 dieron positivo en alguna de las pruebas toxicológicas, esto supone un 50,4 por ciento del total. Mientras que en Segovia de las 31 víctimas mortales, diez arrojaron un resultado positivo en estas pruebas, lo que supone un 32,26 por ciento. Estas cifras son las que han puesto encima de la mesa el debate sobre la reducción de la tasa permitida de alcohol al volante, y es que el Ministerio del Interior ha anunciado que impulsará una reforma legal para bajar la tasa de alcohol en sangre hasta 0,2 gramos por litro para todos los conductores y hasta 0,10 miligramos de aire espirado, al entender que la «sociedad española está madura» para aceptar este cambio y reducir aún más la siniestralidad en las carreteras.

El jefe provincial de Tráfico de Segovia, Pedro Pastor, revela que el objetivo de esta medida es «proteger a los más vulnerables de la carretera, como es el caso de motociclistas, ciclistas y peatones». Así, hace unos meses ya se planteó la medida de la rebaja, pero para conductores noveles y profesionales. Aunque ahora lo que se propone es extenderlo a todos los conductores mediante el cambio del real decreto.  «Tenemos trabajo que hacer y esto viene dentro del estudio de la reforma del Reglamento de Circulación y a propuesta de muchas entidades relacionadas con la seguridad vial y que hemos recogido», explica Pastor. 

Ante la pregunta de por qué poner el límite de la tasa de alcohol en sangre en 0,2 gramos por litro para y 0,10 miligramos de aire espirado, el jefe provincial de Tráfico explica que es «para evitar problemas legales». Y es que señala que «hay ciertas medicaciones o algunas frutas pueden fermentar y producir alcohol que pase a la sangre al consumirlas, por lo que se podría dar tasas mínimas, pero si la tasa es de 0,0 ya sería un problema». 
En cuanto a las cifras en Segovia de 2023, Pastor apunta que del total de controles a los que se les realizó una prueba toxicológica, 678 conductores dieron positivo en alcohol, mientras que 628 lo hicieron en drogas. Y, por el momento, las cifras en lo que va de año son más reducidas: 381 conductores han dado positivo en alcohol, y 438 lo han hecho en drogas.  «En Segovia normalmente siempre estamos por debajo de la tasa nacional», explica, y añade que «es una cuestión de falta de percepción de riesgo. Hay muchas personas que piensan que tomarse una copa de vino no es dañino, pero el problema es que al coger el volante esto conlleva un aumento en el tiempo de reacción, subestimar la velocidad y problemas de coordinación. En cuanto a la disminución del tiempo de reacción y los problemas de coordinación, aunque sean leves y muchas veces prácticamente imperceptibles, están ahí, y eso puede ser la diferencia entre tener un accidente o no».