No hay ni un minuto de descanso en la Academia de Artillería. Desde que en 1714 el Conde de Gazola creara en Segovia el Real Colegio de Artillería, el centro de enseñanza militar ha dado siempre pasos firmes orientados a conseguir la mejor formación para sus oficiales y suboficiales, buscando siempre la excelencia en el empleo de las nuevas tecnologías y en el desarrollo de los currículos académicos.
Hace ya una semana que el patio de órdenes del Acuartelamiento de San Francisco albergaba el acto militar de despedida de la 312 promoción de oficiales de la Escala Superior y de la 49 de suboficiales de la Escala Básica , y el equipo liderado por el director de la Academia Rafael de Felipe Barahona trabaja ya para poner en marcha las novedades del curso 2024-25, que servirá para dar un paso decisivo en la cualificación de los mandos del arma en el futuro más inmediato.
En el ámbito académico, el curso que viene incorporará una importante novedad en la formación de los alumnos de la Escala de Suboficiales, que en el tercer y último curso llegan a Segovia para completar su formación en el arma. El coronel De Felipe explica que a partir del próximo año, la formación se unifica en una única especialidad, ofreciendo un programa más completo que les permita completar de forma integral su preparación para el trabajo en las unidades artilleras a las que vayan destinados.
De este modo, se elimina la diferenciación entre las especialidades de Artillería Antiaérea y Artillería de Campaña, lo que supondrá un esfuerzo organizativo tanto en el diseño y la programación del currículo académico como en su organización en las aulas.
El director de la Academias señala que este modelo único ya se había aplicado años atrás y ahora vuelve a retomarse porque «va a aportar la capacidad de ser destinados tanto a unidades antiaéreas como de campaña con un marco único que abre un abanico más amplio a las unidades a la hora de contar con suboficiales, y mayores posibilidades de promoción profesional para los nuevos sargentos del arma".
De igual modo esta unificación beneficia también a las Fuerzas Armadas, ya que contar con una única especialidad «es mucho más sencillo a nivel organizativo».
A los cambios en el diseño académico del curso, la Academia añadirá también el próximo año la transformación del actual Centro Artillero de Simulación (CAS) en el que se está construyendo un nuevo espacio para la instrucción de puestos de controladores de ataque terminal (JTAC) que ocupará la planta baja del edificio construido en 2001 para albergar uno de los centros de simulación más avanzados de las Fuerzas Armadas.
El director de la Academia de Artillería señala que la ampliación de este espacio permitirá al centro «tener unas capacidades que ahora mismo no tenemos, ya que el simulador las tiene de manera mucho más limitada, ampliando así nuestra capacidad formativa». Las obras están ya a pleno rendimiento y el coronel De Felipe confía en que estén concluidas y equipadas para comenzar a funcionar en el primer trimestre del próximo curso.
Durante este casi primer cuarto de siglo de vida, el simulador ha pasado de ser un sistema de simulación orientado a la Artillería de Campaña a un verdadero simulador de apoyos de fuego, mejorando continuamente su hardware y software y ampliando las prestaciones ofrecidas, no solo integrando otros sistemas de mando y control como el TALOS, sino también perfeccionando su enlace con otros simuladores, integrando asimismo los fuegos con la maniobra para facilitar la participación de unidades de infantería y caballería, coordinando los fuegos de mortero y del apoyo aéreo JTAC; y todo ello desarrollado con tecnología nacional.
Los alumnos de la Academia y las unidades de artillería de campaña del Ejército de Tierra acuden habitualmente en ventanas semanales al simulador de fuegos SIMACA, completando así su adiestramiento táctico y técnico, y se calcula que el Centro de Simulación acoge anualmente a más de 1.500 alumnos, así como la visita de ejércitos extranjeros interesados en aplicar sistemas similares en la formación de sus mandos.
Las mejoras curriculares y tecnológicas discurrirán en paralelo con la transmisión de los valores artilleros que los oficiales y suboficiales del arma reciben durante su formación en la Academia de Artillería, como así aseguró el coronel De Felipe en su alocución de final de curso a los alumnos, a quines invitó a asumir la capacidad de liderazgo y compromiso aprendidas en sus futuros destinos.