Marcelo Galindo.

Pare, mire, cruce

Marcelo Galindo.


Lo de Padre Claret

09/06/2024

Desconozco si el libro que recoge los récords más raros, extravagantes o fuera de lo común homologaría como válido en algún capítulo o sección las obras del tramo de la avenida de Padre Claret entre la rotonda de Dionisio Duque y la Plaza de la Artillería. Sin duda, hay méritos suficientes como para figurar en tan afamada publicación, puesto que son ya casi una veintena las intervenciones realizada en los apenas 300 metros de esta vía, y si hacemos el sumatorio del dinero invertido en todas ellas, la cantidad podría hacer empalidecer al más pintado.

El nuevo episodio de esta triste saga está a punto de comenzar, y supondrá un nuevo desembolso económico de más de 50.000 euros a la ciudad, desglosado en los 12.000 invertidos para que una empresa especializada determine los problemas que aquejan a esta vía, y los 39.000 que se gastarán en el arreglo puntual de la treintena de baches y blandones de los que 'disfrutan' los conductores que transitan por ella. Tampoco hay que desdeñar el inconveniente que causará a la ciudad el corte de tráfico para realizar las obras en una de las principales arterias del transporte público y privado por la capital.

No trataré en esta breve digresión de señalar culpables, aunque el hecho cierto es que este proyecto se pergeñó y desarrolló durante el gobierno municipal socialista, cuyos responsables no pudieron o no supieron dar con la tecla adecuada para buscar una solución definitiva y han dejado en herencia una 'patata caliente' que el actual equipo del Partido Popular deberá gestionar.

Hay que tener en cuenta también que las obras del parking de Padre Claret tenían el doble objetivo de dotar a la ciudad de más plazas de aparcamiento y redefinir el tráfico hacia el centro histórico limitando el tránsito de vehículos al del transporte público ante una hipotética peatonalización del centro histórico. Lejos de cumplirse este último, la avenida sigue soportando un intenso volumen de vehículos, y la pavimentación de la vía no responde a las exigencias del tráfico ni en su tramo asfaltado ni en el del controvertido adoquinado que se instaló hace algo más de un año.

El equipo de Gobierno de Mazarías asegura que las reparacione puntuales se harán en breve para evitar males mayores, en una decisión que parece retrasar lo inevitable, que es una intervención (otra) integral en la vía en la que habrá que rascarse el bolsillo. Las catas realizadas ya han detectado los problemas que han provocado el desastre y deberán servir como guía para el diseño de un nuevo proyecto, cuyo desarrollo tiene que ser vigilado celosamente por los técnicos municipales para que se cumplan todas las variables técnicas que garanticen la durabilidad de las obras. Porque las cosas se pueden hacer bien, y para muestra un botón. Véase la recuperación de la calle de San Juan, realizada ya hace una década y que permanece casi inalterable pese a soportar también un intenso volumen de tráfico y ser la ruta obligada de los pesados autobuses del transporte público. Porque esa es otra... a veces la gestión del dinero público tiende a buscar soluciones menos onerosas para las arcas municipales en detrimento de la calidad del trabajo, y a la hora de adjudicar un proyecto hay que buscar el equilibrio entre el ahorro y la calidad.

En el aire sigue la posibilidad de una remodelación del tráfico en esta zona que por fin consiga reducir el paso de vehículos por Padre Claret aunque hay que reconocer que no es tarea fácil, ya que el análisis de los daños colaterales para zonas como la calle San Gabriel o Via Roma merece un estudio pormenorizado. En resumen, lo de Padre Claret va para largo… Paciencia.