Para los segovianos, hablar de ferias es evocar siempre las fiestas de San Juan y San Pedro, donde varias generaciones hemos disfrutado de los 'caballitos' en las distintas ubicaciones que ha tenido si nos remontamos a las últimas seis décadas. Pero hoy no toca hablar de estas ferias - en la confianza de que puedan encontrar un lugar digno y definitivo para su celebración – sino de todas las que de un tiempo a esta parte proliferan en la ciudad de la mano bien de la iniciativa privada o promovidas por las autoridades municipales.
En las dos últimas semanas hemos tenido el 'OktoberFES' en el paseo del Salón y este fin de semana el centro histórico de la ciudad albergará la 'Plaza de los Mercaderes' enmarcada en los actos conmemorativos del 550 aniversario de la coronación de la reina Isabel. De esta forma, pasamos de recrear el ambiente bávaro de exaltación de la cerveza a regresar al pasado secular con un mercado (más o menos) medieval. No conviene olvidar que hace escasamente un mes, el entorno del Acueducto se llenaba también de puestos en un mercado romano, embrión de una iniciativa que presumiblemente nace con vocación de continuidad.
Para el próximo fin de semana, el paseo del Salón volverá a ser escenario de un evento similar, en esta ocasión con protagonismo para el comercio segoviano, coincidiendo con la celebración del 12 de octubre, lo que parece garantizar una masiva presencia de público si el tiempo acompaña.
El equipo de Gobierno parece dispuesto a crear un calendario de eventos bajo esta denominación con el objetivo no sólo de atraer visitantes, sino también de promocionar el comercio local y transformar el paseo del Salón en el espacio adecuado para su desarrollo. Sin duda, la intención municipal es loable y se pone a rebufo de otras provincias limítrofes que ya han experimentado con éxito estas iniciativas, pero no todo el monte es orégano, si se trata de que este esfuerzo no caiga en saco roto y consiga los fines que se persigue.
De este modo, la prudencia y el rigor deben ser los ejes fundamentales de cualquier iniciativa de esta índole, sacrificando la cantidad en beneficio de la calidad. Segovia no debe ser escaparate de cualquier feria ni dar cabida a cualquier trampantojo cutre para albergar eventos que con el apellido 'romano' o 'medieval' justifiquen su presencia en la ciudad. No olvidemos que la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO obliga a mantener criterios de calidad que no deben dejarse a un lado.
Por otra parte, se promueven nuevas y a priori interesantes iniciativas, pero se olvidan o se ponen trabas a otras que desde hace años han demostrado su eficacia, su calidad y su capacidad de atraer al público. Los artesanos lamentan el cambio de criterio municipal para ubicar la Feria de Artesanía en la Avenida del Acueducto en su apuesta por el Salón, y parecen haber decidido no volver a Segovia, cuando menos en la ubicación que se les propone desde el Ayuntamiento. De igual modo, los libreros segovianos parece que también han desistido de sacar sus libros a la calle a principios de verano tal y como solían hacer ante la falta de motivación de las autoridades municipales…
Saludemos con prevenido entusiasmo la aparición de estas iniciativas feriales, pero que los árboles no nos impidan ver el bosque. Por encima del éxito de cualquier evento debe situarse el respeto al patrimonio, evitar la colisión con los intereses empresariales de los comerciantes que pagan sus impuestos todo el año y, sobre todo, que el centro histórico de Segovia no acabe convertido en un parque temático.