Pagar la parte de una cena de amigos o la de un regalo conjunto son algunos de los usos más frecuentes del bizum, la plataforma de pagos telefónico, a los que en breve se sumará otro como el abono de algunos los tributos en Castilla y León. Una medida que está ultimando la Consejería de Economía y Hacienda para que los contribuyentes de la Comunidad puedan liquidar sus tasas e impuestos directamente mediante este novedoso sistema de pagos, además de con tarjetas de crédito de compañías que no sean colaboradoras con la Junta. El Ejecutivo regional pretende así acelerar estas gestiones y adaptar a los nuevos tiempos la forma en la que los ciudadanos regionales efectúan sus pagos a la Junta con la inclusión del bizum, o facilitando la experiencia actual al no ser necesario que las tarjetas que se usen en los TPV físicos –en los Servicios Territoriales– o a través de la web –mediante el OVIA– sean de bancos o cajas colaboradoras con la Junta.
El departamento que controla Carlos Fernández Carriedo estima que el volumen previsto de ingresos a obtener por autoliquidaciones relativas a tributos cedidos, mediante estas tres formas de pago, rondará los treinta millones de euros, atendiendo a las cifras del pasado año. Entre los impuestos con modelo de autoliquidación que los castellanos y leoneses podrán pagar con estos métodos se encuentran el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, o el famoso 'Modelo 046' de Tasas y Precios Públicos de la Junta.?
«Dado el gran avance tecnológico de los pagos instantáneos mediante dispositivos móviles, y su uso cada vez más generalizado entre los ciudadanos, se considera necesario también ofrecer a los contribuyentes la posibilidad de realizar pagos de dicha manera», reconocen desde la Dirección General de Tributos, que exigirá a la empresa adjudicataria que este sistema esté operativo en menos de cuatro meses desde la concesión. Tal y como aparece indicado en los pliegos del contrato, el adjudicatario proporcionará la integración entre las aplicaciones tributarias de la Junta y la plataforma de pagos instantáneos bizum.
El volumen previsto de ingresos por autoliquidaciones de tributos cedidos ronda los treinta millones de euros.
El contrato se encuentra actualmente en fase de licitación pública para que las entidades bancarias interesadas en prestar este servicio a la Administración regional presenten sus ofertas hasta el próximo 8 de mayo, y cuenta con una presupuesto de 600.000 euros durante los tres años que durará –con posibilidad de prórroga–.
Nuevos tiempos
Al igual que con la incorporación del bizum, Economía también quiere facilitar los pagos a aquellos usuarios de tarjetas de crédito o débito de entidades que no sean colaboradoras con la Junta, conscientes del bum actual de tarjetas virtuales. «Se admitirá cualquier tipo de tarjeta de crédito o débito, tanto de la entidad emisora como de las que puedan utilizar a través de las diferentes operadoras nacionales o extranjeras», reza el contrato, que reconoce el «carácter generalizado del pago con tarjeta en nuestra sociedad». «La Consejería considera oportuno ofrecer el pago de tributos mediante tarjeta, lo que supone un gran avance y una indudable mejora de los servicios públicos», explican en el pliego desde la Dirección General de Tributos, que considera «necesario» contratar un servicio que ponga a disposición de los ciudadanos la posibilidad de pagar mediante tarjeta emitida por cualquier entidad financiera.
La memoria de la licitación del contrato también incluye la necesidad de adaptar los datáfonos al nuevo servicio que se va a prestar. Un cambio para el que la Junta ha estimado un coste por el uso anual de los datáfonos de 20 euros, «al ser el precio estándar de estos aparatos en el mercado», al tiempo que considera que serán necesarios, aproximadamente, 300 datáfonos «con el fin de cubrir las necesidades de los mismos en los Servicios Territoriales de Hacienda, las Oficinas Liquidadoras de Distrito Hipotecario y los centros gestores de tasas y precios públicos».
El servicio que prestará la entidad adjudicataria incluirá el suministro, puesta en servicio, mantenimiento y reparación de datáfonos de terminales de punto de venta TPV-Q en las diferentes dependencias de la Administración de Castilla y León, precisos para la realización de pagos presenciales. El adjudicatario también tendrá que poner a disposición de la Junta el servicio de pago con tarjeta utilizando su TPV virtual para «facilitar» a los ciudadanos el pago de sus obligaciones tributarias. El documento también incluye que, como ocurría hasta ahora, el pago en los datáfonos físicos instalados en las dependencias de la Junta no podrán superar los 3.000 euros, y cuya instalación se realizará en el plazo de tres meses desde la fecha de inicio del contrato.