Con una empresa de 2.500 trabajadores asume una tarea de representación de grandes empresarios que es muy exigente...
Es una cuestión de poder representar a , probablemente, la asociación más prestigiosa que hay en Castilla y León y también en España, porque no dejamos de ser el reflejo del 90% de las empresas. En Castilla y León un poquito más, porque aunque nosotros seamos cerca de las 200 empresas en esta asociación representamos al 95% del tejido empresarial de nuestra Comunidad. Nuestra Comunidad se basa en las empresas familiares como sustento de la actividad económica entonces que te elijan con un presidente es un orgullo, un privilegio y una responsabilidad. Se le tiene que dedicar tiempo y esfuerzo que se lo quitas principalmente a la familia y a los hobbies. Al final la empresa siempre te demanda que cumplas con las obligaciones.
La pasada semana se conocía el crecimiento de la economía al 3,6% en el segundo trimestre, muy por encima de lo previsto ¿Somos demasiado conservadores a la hora de pronosticar el crecimiento?
Lo que hay que analizar es si el crecimiento que se está produciendo es un crecimiento sólido o el crecimiento es pasajero. Los datos de Castilla y León son muy buenos, y se está viendo reflejado en la economía y en el empleo. A nosotros nos gustaría desde la Asociación de la Empresa Familiar que este tipo de crecimiento sean sólidos y que podamos asentarlos en un mayor crecimiento de las empresas y en un mayor apuesta por parte del gobierno regional de tejido empresarial de Castilla y León, que es básico para que estos datos de crecimiento sigan.
En el Gobierno regional confía. ¿Del nacional desconfía?
Del gobierno nacional tengo que desconfiar porque al final están tomando decisiones permanentemente en contra del mundo empresarial y de la Empresa Familiar. Los hechos son así.
¿Les están estigmatizando?
Sin lugar a dudas. Nunca se había vivido en la democracia un periodo de estigmatización al empresario como el que se está produciendo por parte del Gobierno y de algunos de sus ministros. Es una reivindicación que tenemos que hacer. No podemos asumir que se argumente que el empresario es prácticamente el malo de la película. No es así. El Estado de Bienestar se sustenta en las empresas y en las empresas familiares. Y no puede pasar que haya críticas tan poco serias como que por los beneficios de los empresarios sube el IPC. Eso es un absurdo total y un populismo que no podemos aceptar y tenemos que decirlo públicamente, que está estigmatización solamente sirve para que la gente deje de potenciar las empresas.
Antes se refería usted a que el crecimiento de la economía debe ser sólido. La media de lo que va de año es del 3,3%, pero en la industria ha subido más de un 5%. ¿A qué se debe?
Al final no dejan de ser las apuestas por parte de las empresas en el sector industrial, en el sector manufacturero que Castilla y León se está apostando fuerte. En Castilla y León tenemos que apostar no solamente por la industria, que es un hecho fundamental que nuestra automoción es un referente a nivel mundial. Tenemos que potenciar mucho más otras industrias. En Castilla y León, dentro de la Empresa Familiar, tenemos grandísimos ejemplos de industrias que son totalmente desconocidas y tenemos que seguir apostando y dándoles esa visibilidad. Tenemos un gran sector agroindustrial que es pionero en España, grandísimas empresas dentro de la Asociación que son referentes a nivel español y a nivel mundial. Tenemos que apostar por la industria del turismo. En fin, tenemos un potencial de crecimiento mayor de ese 5%. Y no solo en la industria, en el resto de sectores de Castilla y León que tienen pujanza.
¿Castilla y León es una buena tierra para invertir?
Las regiones de por si no dan nada, y eso es una máxima. Donde invertimos los empresarios es en aquellos sitios donde por las condiciones socioeconómicas nos proporcionan ventajas competitivas sobre el resto de las regiones. Castilla y León se encuentra, bajo mi punto de vista, en una situación media. No somos los mejores competitivamente, pero tampoco somos los peores. ¿Qué nos falta? Nos falta una apuesta decidida por las empresas en el Gobierno regional. Eso significa programas de ayudas en las inversiones, sobre todo en el mundo rural, ya que en muchos municipios se asientan empresas familiares que hacen que esos municipios todavía prevalezcan. Necesitamos una apuesta clara del gobierno por las empresas rurales, pero también necesitamos programas para ver cómo podemos atraer talento. Que aunque tengamos cuatro universidades públicas, nuestros jóvenes deciden irse a trabajar a otras regiones y sobre todo Madrid, porque no nos conocen. Y aquí hay grandísimas empresas donde pueden desarrollar sus carreras profesionales.
Decía que Castilla y León está en el espacio medio respecto a si es un buen sitio para que un empresario invierta. La proximidad con Madrid, ¿ayuda o perjudica?
Yo creo que al final depende cómo concibamos el futuro de nuestra región. Madrid no deja de ser la ciudad y la comunidad más pujante de España. Tiene una capacidad de absorber recursos muy importantes que pueden ser muy beneficiosos si sabemos que desde Castilla y León podemos dar servicios a todas las empresas y a todos los ciudadanos de Madrid. Vamos a aprovechar esa cercanía que tenemos de 7 millones de personas, pero al mismo tiempo también tenemos los handicaps y tenemos que ser más competitivos. Porque si no somos más competitivos, la gente buena se va a ir a trabajar a Madrid y vamos a tener una región mucho más de pasado que en el futuro. Y lo que tenemos que ver es cómo asentamos el talento que tenemos, cómo nuestros jóvenes se quedan a trabajar con nosotros y con nuestras empresas, que los mandos políticos desarrollen programas que incentiven el atraer nuevas empresas y nueva inversión a Castilla y León para que sea un revulsivo económico. Si tenemos eso, Madrid nos va a ayudar
Hay una iniciativa dentro de la Empresa Familiar que es 'Empresa en las Aulas', una manera de hacer pedagogía con jóvenes que tendrán que tomar una decisión sobre su futuro ¿Cómo evalúa ese programa?
Estamos muy contentos desde la Fundación del trabajo que se está desarrollando. Los datos son palpables. Más de 130 empresarios han pasado por el programa 'Empresa en las Aulas' y estamos continuamente acudiendo a los institutos y haciendo y adaptando los cursos de Formación Profesional en las necesidades que tenemos en las distintas zonas de nuestra región. Es el sistema para hacer llegar a los alumnos que ser empresario es una profesión muy honrosa, para mí la más honrosa que hay. Al final somos los que sustentamos el Estado de Bienestar. Y poder transmitir los valores de la empresa, que es el sacrificio, el esfuerzo, la ilusión, poder llegar a cumplir el sueño que tienes cuando te planteas ser tu propio jefe. Esa libertad que te da, no te la da ningún tipo de trabajo. Lo que queremos hacer en los próximos años es continuar con este proceso en las universidades.
¿Hay déficit vocacional entonces?
Mucho
¿Y por qué? Aparte de la estigmatización que se pueda dar desde determinados ámbitos del poder, ¿por qué cree que los jóvenes pueden estar ajenos al mundo empresarial?
Yo creo que es porque no estamos en un momento positivo por esa crítica continua al empresario, pero también estamos en un momento social bastante negativo en cuanto a los valores que tiene que tener un empresario. Un empresario tiene que ser una persona que trabaje mucho, entonces no sirve con trabajar 8 horas al día durante cinco días a la semana. Un empresario tiene que estar continuamente conectado con su empresa y cuando empieza con su proyecto no puede tomarse 30 días de vacaciones. Un empresario asume un riesgo de la inversión, que te puede salir mal y perderlo todo. En estos momentos no ayuda a decir: 'Oye, papá mamá, que voy a montarme en el propio proyecto. Voy a ser empresario y voy a desarrollar mi propia idea'. Porque probablemente el comentario siguiente es: 'Pero cómo se te ocurre decir eso, con lo bien que vas a estar tú trabajando para la función pública. Oposita y quítate esas ideas de la mente'. Y es al revés. Necesitamos más empresarios en nuestra Comunidad porque somos los que creamos puestos de trabajo y los que realmente asentamos el Estado de Bienestar.
La burocracia es una de las cuestiones sobre las que más crítico fue en su toma de posesión. Llevamos décadas escuchando que se van a reducir, pero por lo que se ve estamos lejos de conseguirlo pese a que cada vez hay más personas en las administraciones públicas.
En los 45 años de democracia hemos creado muchas instituciones y muchos organismos. Si nosotros vamos desde Europa, después Gobierno central, después gobiernos autonómicos, después provincias, después ayuntamientos, y después mancomunidades… Tenemos seis diferentes organismos que regulan. Yo lo que digo muchas veces es 'oye, qué ha pasado en estos 45 años donde se han desarrollado las tecnologías que antes no existían, y la administración pública en general tiene ahora mismo el doble casi de trabajadores que en el año 1979'. Si hemos duplicado el nivel de trabajadores en la Administración Pública ¿tenemos el doble de mejor servicio que en el año 1978? ¿O tenemos peor? Tenemos que con las tecnologías hemos duplicado el número de trabajadores en la función pública, pero nuestro servicio sigue siendo parecido al que teníamos en esos años iniciales. Por lo tanto, algo no funciona.
Y ustedes han presentado ya a la Junta una serie de propuestas, que no sé si ya tienen respuesta o si han tenido algún contacto con la Consejería correspondiente…
Desde la Asociación de la Empresa Familiar hemos presentado al Gobierno regional 40 medidas que creemos que se tienen que trabajar y que son fundamentales. Tengo que decir que nos alegra mucho ver la predisposición muy positiva que hemos encontrado en nuestra primera reunión que tuvimos con el consejero de la Presidencia, LuisMiguelGonzález Gago. Ahí les expusimos la importancia de la reducción de la burocracia y la flexibilidad en las medidas que proponemos.
Hay temas fundamentales como el silencio administrativo positivo. Si no hay contestación de la administración regional tendría que darse por aprobada. Porque hay muchos proyectos que en Castilla y León se paralizan diez años para llevarse a cabo. Tenemos que hacer normativas para que seamos más ágiles a la hora de las aprobaciones de las licencias. Y después, desde luego, en las 40 medidas queremos hacer un repaso y hacer un análisis de cuántas se han tomado y cuántas se han llevado a cabo. Porque no queremos que esto quede en el olvido. Para nosotros es fundamental. Con menos burocracia y con mayor flexibilidad vamos a tener una capacidad de tener una región mucho más productiva y mucho más eficiente. Y así podemos competir con ese Madrid que tanto miedo nos da. Si hacemos una Comunidad mucho más flexible y mucho menos burocratizada podremos competir con la misma igualdad con Madrid y no tendremos que tenerle ningún miedo a Madrid ni a ninguna otra región.
El día que usted tomó posesión, se quejó también de la cantidad de inspecciones que sufren las empresas de Castilla y León por parte de la Agencia Tributaria...
Es una de las lacras que tenemos que asumir las empresas que nos quedamos en Castilla y León. Es un handicap esta presión fiscal que es terrible. Las empresas de tamaño mediano y grandes nos vemos sometidos prácticamente a una obsesión por parte de la Agencia Tributaria y tenemos continuas inspecciones.
Pero la presión fiscal es una cosa y el acoso es otra...
Yo por no hablar de otros. Yo les digo de mi empresa. Desde el 2020 creo que ya llevamos 19 inspecciones de todos tipos. De IVA, de Sociedades, de trabajo... cómo es posible que en cuatro años, dos de los cuales estuvimos paralizados, nuestra empresa tenga 19 inspecciones. Tenemos que destinar prácticamente dos personas a las inspecciones. Y qué conseguimos con esto. Pues echar a las empresas. Al final yo tengo que sufrir una continua persecución, llamémoslo así, porque resulta que somos cuatro empresas de tamaño medio y grande en Salamanca, y tocamos prácticamente a un inspector por empresa. Nos pueden inspeccionar lo que quieran porque trabajamos con todo acorde a la legalidad y no tenemos ningún problema. Pero estar continuamente así, pues uno se cansa y se va.
Y se van a Madrid, donde el cálculo de probabilidades de que haya una inspección se reduce muchísimo...
Lo que tiene que hacer la Agencia Tributaria es analizar donde tienen que inspeccionar y no ir a lo fácil. No ir a las empresas medianas y grandes, que somos los que mejor llevamos la legislación. Tendrán que ir a por todos los que trabajen 'en B', ver también a personas físicas no solo empresas…
Usted es propietario de Global Exchange, dedicada al cambio de divisas. En un mundo en el que cada vez operamos más con tarjeta, ¿teme que se reduzca tanto el uso de moneda que su empresa pueda estar obligada a tener que transformarse?
A su pregunta de si creo que el papel moneda va a desaparecer, yo creo que no. Creo que vivimos en una sociedad que no va a aceptar estar controlados por los poderes políticos y no hay mejor manera de control de los poderes políticos para una persona que controlar su gasto y para controlar su gasto, solamente hay que quitar el efectivo del mercado. Yo creo en el efectivo soy un defensor del efectivo. Creo que las sociedades libres no se pueden permitir el lujo de quitar el efectivo de su día a día y al final lo veremos en los próximos años, y si nosotros como empresa nos tenemos que adaptar, pues nos adaptaremos.