Desde que en 1986 el papa Juan Pablo II diera carta de naturaleza en Roma a la Jornada Mundial de la Juventud, han sido millones los jóvenes de todo el mundo que han participado en los sucesivos encuentros convocados en países tan dispares como Polonia, Brasil o Australia, y que han servido para intentar vivificar a la Iglesia frente a la cada vez más evidente secularización de la sociedad.
Este año, Portugal será la sede de este encuentro, donde del 1 al 6 de agosto su capital Lisboa reunirá a jóvenes de todo el mundo en un encuentro al que asistirá el papa Francisco y que espera concentrar en la urbe portuguesa a centenares de miles de jóvenes de todo el mundo. Como en anteriores ediciones del encuentro, los jóvenes segovianos se suman a esta iniciativa, y en esta ocasión serán cerca de 200 los peregrinos que se desplacen a tierras portuguesas para representar a la provincia en este encuentro.
El grueso de la representación segoviana lo integrará la peregrinación organizada por el Secretariado de Pastoral Juvenil de la diócesis, que llevará a 110 personas desde el 26 de julio al 6 de agosto, aunque también participarán grupos pertenecientes al Colegio Claret o el Camino Neocatecumenal, entre otros.
La hermana Juliana Rodrigo Navajas, responsable del Secretariado de Pastoral Juvenil, señala que la diócesis ha preparado con ilusión este encuentro desde hace más de un año, donde la peregrinación europea al Camino de Santiago en la que también participaron sirvió como germen para espolear la participación en esta iniciativa. Así, durante el año se ha trabajado en encuentros periódicos en los que se han ido trabajando los valores de este encuentro internacional que este año tiene como hilo argumental la figura de la Virgen María como símbolo de la Iglesia "madre y maestra", así como comenzar a crear un grupo unido.
Pilar (16 años) y Esther (27) ejemplifican la unidad de este grupo de peregrinos, que tienen como objetivo no sólo tener un encuentro de fe con jóvenes de todo el mundo, sino «poder disfrutar de una experiencia compartida con lo que nos une, que es el amor de Dios».
«Muchas veces nos sentimos solos o relegados por intentar vivir la fe - aseguran las peregrinas- y en este tipo de encuentros nos damos cuenta de que no estamos solos y que hay millones de jóvenes en todo el mundo que comparten esta experiencia».
Previamente al encuentro, los peregrinos de la diócesis compartirán unos días de encuentro en distintas parroquias portuguesas, y en el caso de Segovia, será la ciudad de Viseu la que les acogerá para celebrar distintas actividades religiosas y recreativas, y donde serán acogidos por familias que les cederán generosamente un lugar en sus casas. Después se integrarán en las actividades organizadas por la JMJ, que comenzarán en Lisboa el 1 de agosto con una misa de apertura celebrada por el cardenal -patriarca de Lisboa Manuel Clemente,y que tendrá como punto más importante la vigilia con el Papa Francisco el sábado 5 de agosto en el 'campo de Graça', uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad lisboeta.
Jesús, otro de los jóvenes segovianos peregrinos, cuenta ya con experiencia en la JMJ, a la que acude por segunda ocasión, y expresa su confianza en que los frutos de esta experiencia puedan verse en la diócesis en forma de una mayor implicación de los jóvenes en la vida de la Iglesia en Segovia.
«Lo más importante es que vamos como peregrinos y buscamos interiorizar nuestra fe y estar abiertos a lo que Dios nos pide - explica - y ojalá que no se quede en esta experiencia, sino que puedan sentirse llamados a participar más en la parroquia dando testimonio en distintas tareas de evangelización».