Tras su puesta de largo oficial el pasado jueves, la próxima edición de La Vuelta Ciclista a España celebrará su 90º aniversario con un recorrido que garantiza espectáculo y dureza a partes iguales. Turín (Italia) será el punto de partida de la icónica prueba el próximo 23 de agosto, con cierre final por las calles de Madrid el 14 de septiembre. Aunque serán algunos puertos como L'Angliru o la Bola del Mundo los que podrían decidir al futuro vencedor.
El diseño de la competición está muy marcado por la montaña -con hasta 10 llegadas en alto- y poca contrarreloj, en una celebración de carácter internacional en la que se visitarán hasta tres países (Italia, Francia y Andorra) a lo largo de 21 etapas, de las cuales cinco apuntan a ser decisivas para la clasificación general.
La primera de ellas será la séptima, con inicio en Andorra la Vella y subida a Cerler, en Aragón, con una recorrido de 187 kilómetros. La montaña oscense vuelve a ser protagonista 18 años después, donde la carrera ha llegado en 11 ocasiones. Será el tercer esfuerzo consecutivo para los ciclistas, tras un tramo previo en la propia Andorra y la siempre exigente contrarreloj por equipos, que a más de uno se le puede atragantar, en Figueras (Gerona).. Pero La Vuelta no perderá su esencia cuando entre en territorio español.
La segunda semana de competición probablemente sea la más decisiva para la general. De la primera parte destaca la undécima etapa, que transcurrirá por los entornos de Bilbao, de 167 kilómetros. Un terreno sinuoso, con siete ascensiones, cinco de tercera y dos de segunda categoría, al más puro estilo clásica que será difícil de controlar para los equipos de los líderes.
Aunque el momento cumbre, nunca mejor dicho, llegará dos jornadas más tarde con la mítica subida a L'Angliru. Desde su estreno en 1999, esta ascensión no ha dejado indiferente a nadie. Sus rampas han exprimido al máximo las capacidades escaladoras de los ciclistas, escribiendo varias páginas en la historia de La Vuelta. El 'Chava' Jiménez fue el primero en plasmar su nombre en la cima asturiana y Alberto Contador consiguió allí, con 10 años de diferencia, su primera y su última victoria en la competición. También se impusieron, tras superar las cuestas de Les Cabanes y Cueña Les Cabres, tanto el esloveno Primoz Roglic como Roberto Heras, los deportistas con más victorias generales en la carrera nacional. Más de 200 kilómetros avalan el que será el tramo de La Vuelta, con desniveles que rozan o superan el 20 por ciento.
Tras ello, y a cuatro días de llegar a Madrid, los participantes tendrán que enfentarse a un esfuerzo individual en la contrarreloj de tan 'solo' 46 kilómetros -20 de ellos por equipos-.
Y por si la competición llegara sin decidir a la última etapa de montaña, la Sierra de Guadarrama dictará sentencia. El Puerto de la Paradilla (3ª) y el histórico Alto del León (2ª) será las últimas ascensiones antes de dar el protagonismo al puerto de Navacerrada, que se subirá primero por la conocida vertiente segoviana de las 'siete revueltas' y, ya como tramo final, la ruta desde Becerril de la Sierra hasta las exigentes rampas de la Bola del Mundo, con un final de mucha dureza con pendiente media por encima del 15 por ciento.