Un militar metido a gestor de inversiones, una estafa piramidal, adicción al juego, hoteles y restaurantes de lujo, amantes, decenas de afectados, un suicidio y un juicio. La historia da para un guión de cine, tiene como escenario Segovia y su desenlace se acerca. La Audiencia Provincial de Segovia dejó visto para sentencia este jueves el caso, que podría acabar con una persona en la cárcel.
M.P.R.F. es la única acusada en un procedimiento judicial cuya investigación se ha prolongado durante cuatro años. Se ha sentado en el banquillo tras ser procesada por estafa y falsedad en documento mercantil. Ella era una de las agentes de seguros de la franquicia que la compañía MGS tenía desde 2002 en la avenida Marqués de Lozoya número 31, en el barrio de La Albuera. Otro, su marido, un militar de la Base Mixta encontrado muerto junto a su arma el 23 de enero de 2019.
El Día de Segovia destapó el caso en mayo de 2019. Poco antes el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segovia había abierto una investigación a raíz de la denuncia presentada por MGS, en su nombre y en el de otros perjudicados. Los afectados fueron alrededor de un centenar, la mayoría compañeros de la Base Mixta del fallecido que confiaron sus ahorros a esta franquicia de MGS bajo la promesa de conseguir una alta rentabilidad.
Oficina de La Albuera donde trabajaba la acusada y su marido fallecido. - Foto: A. M.Por encima del mercado, según ha subrayado en el juicio la Fiscalía, que pide siete años de cárcel, la inhabilitación para trabajar como mediadora de seguros y el pago de una multa de diez euros diarios durante 20 meses para la única acusada. Si es considerada culpable, MGS -que tiene depositados como fianza 1,5 millones de euros, tenddrá que hacerse cargo del pago de las indemnizaciones como responsable civil directa. La mayoría de los afectados han alcanzado un acuerdo con esta empresa de seguros para recibir indemnizaciones sin tener que acudir a juicio, pero otros podrían perder el dinero que invirtieron. Las cantidades exactas estafadas se desconocen, porque hay clientes que ni aparecen en la base de datos de la compañía, pero el fiscal encargado del caso enumeró decenas de transferencias, pagos e ingresos en efectivo que realizaron y recibieron los presuntos estafadores. Una de las víctimas ha asegurado en el juicio que les entregó 195.000 euros.
«Quien hacía todo era él. Yo estaba solo por estar, no hacía nada. Me puso ahí por temas fiscales. Yo atendía el teléfono, cogía los datos de los clientes y se los pasaba a él», ha esgrimido en el juicio la acusada culpabilizando a su marido fallecido. «Tenía tan mala relación con él que él hacía y deshacía y no me decía nada», ha añadido, al tiempo que ha negado haber recibido y realizado pagos en efectivo.
La Fiscalía ha tratado de recalcar en la vista oral que la acusada también figuraba en las cuentas corrientes bancarias que utilizaban para mover el dinero. Incluso llevaban su firma algunos de los ingresos realizados durante el tiempo que duró la trama. «Él me decía que el dinero procedía de una herencia de sus padres. A mí nunca me entregaron dinero en mano y no tenía acceso a las cuentas. Yo iba un rato por la mañana a la oficina y luego durante muchos años ya no iba por las tardes», ha remarcado M.P.R.F.
La estafa causó un terremoto en la Base Mixta en ese momento. Mandos y compañeros habían suscrito planes de inversión que luego supieron que eran fraudulentos. Todo estalló cuando uno de ellos trató de recuperar su dinero. Para tratar de explicar la conducta del fallecido y de M.P.R., la acusación ha recalcado que ambos tenían problemas con el juego. Para la defensa, el problema lo tenía solo él, que se gastaba 30.000 euros al mes en apuestas 'online' y llevaba una doble vida de amantes y hoteles y restaurantes de lujo de la que era ajena su mujer, según la abogada Rebeca Sanz.
Como también cree que M.P.R.F. desconocía la estafa piramidal que había organizado su marido. «La mayoría de las víctimas son compañeros suyos de la Base Mixta y allí la acusada no iba y no ha quedado demostrado nada», ha remarcado. Sin embargo, la Fiscalía no está de acuerdo: «La ignoracia que alega es inexcusable».