"La sentencia llega tarde pero es una pequeña amarga victoria"

Gonzalo Ayuso
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Los padres del joven segoviano que falleció por el descarrilamiento de un tren Alvia en Santiago de Compostela hace 11 años piden que no se recurra el fallo que condena al maquinista y a un exdirectivo de Adif

Concentración de la Plataforma Víctimas Alvia 04155 el pasado 24 de julio en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela - Foto: DS

Dos días  antes de que  se  cumpliera el 11º aniversario del trágico descarrilamiento de un tren Alvia en la curva de Angrois, poco antes de la estación de Santiago de Compostela, se conocía la sentencia de un juzgado de La Coruña que condena a dos años y medio de prisión al maquinista y a un exdirectivo de Adif por 79 homicidios y 143 lesiones imprudentes. Entre los fallecidos se encontraba el joven segoviano Curro García Liras.

Sus  padres, Cristina y Javier, pertenecen a la Plataforma de Víctimas Alvia 04155 y desde hace más de un año, sin renunciar a reivindicar un juicio justo dentro de este colectivo, se han mantenido apartados del ruido mediático por el trauma que supone para la familia la «exposición continua de nuestro dolor». Tras conocer  la sentencia, sin embargo, han hecho una excepción para ofrecer su opinión y destacar, primero, «que llega demasiado tarde», y no se ha hecho justicia al completo porque «las penas se han quedado cortas» y porque en el banquillo debería haber habido más encausados».

Pero es «satisfactoria en buena parte», apuntan, porque ha demostrado «que fue una tragedia evitable, debido a las prisas, codicia y negligencias de muchos». Señalan la condena a Andrés Cortabitarte, que era director de Seguridad en la Circulación de Adif (el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) cuando se puso en funcionamiento la línea de alta velocidad en la que ocurrió el descarrilamiento por exceso de velocidad.

En este sentido, la jueza, en la sentencia, subraya que fue quien firmó el certificado que permitió que el entonces Ministerio de Fomento autorizase su puesta en servicio. Y lo hizo, según entiende probado en su fallo, a pesar de que el análisis preliminar de riesgos que realizó la UTE a la que se adjudicó el proyecto constructivo identificó el riesgo de descarrilamiento y recomendó instalar un sistema de protección automático - el ERTMS - para garantizar las limitaciones de velocidad, con capacidad de frenar automáticamente el tren.

Sin embargo, Adif sustituyó ese sistema de seguridad precisamente en el tramo donde ocurrió el accidente, lo que desembocó en ese triste desenlace cuando el maquinista se despistó al recibir una llamada telefónica del interventor.

«Esa persona no podía ni debía quedar absuelta. Esa era nuestra lucha desde que empezó el juicio. Antes luchábamos por enjuiciar a más personas, pero una vez im putadas solo dos, pues no podía quedar absuelto porque si hubiera cumplido su trabajo, hubiera puesto medidas efectivas de seguridad, aunque el maquinista se hubiera despistado, no hubiera habido accidente; con lo cual, es mayor su responsabilidad, su culpa y, por lo tanto , tendría que ser mayor la pena», indican.

Desmonta la verdad oficial. Por eso estas víctimas segovianas hacen suyo el comunicado de la Plataforma Alvia 04155 en el sentido de que la sentencia desmonta la 'verdad oficial' que durante más de una década han mantenido responsables políticos de PSOE y PP, apoyándose incluso en la Abogacía del Estado y en la Fiscalía «para proteger a Adif, a Fomento, a la Alta Velocidad y a sus contratos...».

Estos padres consideran que el fallo condenatorio, también para un exdirectivo de Adif, ha sido posible gracias a la lucha de la Plataforma, encabezada por su portavoz, Jesús Domínguez, que ha conseguido, con más tesón que recursos, y con muchos costes personales, que una sentencia refleje lo que ellos llevan diciendo más de una década, que «resulta incompresible que se conciba una línea de Alta Velocidad sin los sistemas de protección». Por eso concluyen que, al final, la resolución de la jueza «ha sido una amarga pero pequeña victoria».

Por otra parte, hacen un llamamiento «a nuestros gobernantes, al ministro de Transportes, para que, por favor, dediquen unos minutos a valorar la posibilidad de no recurrir la sentencia, que no nos hagan luchar  dos años más hasta que la Audiencia de La Coruña dicte una nueva, u otros dos después para que el Supremo revise ese otro fallo, y podrían ser más. Esto se puede acabar si no hay recurso».

Añaden que «las víctimas nunca quisimos esto pero nos vimos obligadas a luchar contra el aparato del Estado por justicia y por la memoria de nuestros seres queridos, pero no queremos llevar esta lucha hasta el infinito. En vez de negar la evidencia, saquemos lo único positivo que se puede sacar, que el trabajo de las víctimas sirva y esto no vuelva a suceder».

«No nos va a devolver a nuestros muertos pero es imprescindible para cerrar un capítulo doloroso». Javier y Cristina han sido abuelos y cuentan que estar con su nieta está siendo «sanador», que «desde que  ella llegó hemos vuelto a reir. La vida trae otras cosas, afortunadamente, pero es una pérdida para siempre».