Diez años con el mejor lechazo

M.G.
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El Restaurante Asador Maribel celebra la décima edición de las Jornadas Lechazo de Sacramenia en las que el asado es la estrella de un atractivo menú para degustar hasta el 10 de marzo

Julio Santervás sirve unas raciones de lechazo en el restaurante. - Foto: Daniel Gil

Un cordero con un peso no superior a los 5,5 kilos criado en Sacramenia, agua, sal y el cariño y dedicación del maestro asador que mima y vigila durante cuatro horas el perfecto punto de asado en el horno alimentado con leña de encina es el secreto del lechazo de Sacramenia.

Este plato es uno de los emblemas de la gastronomía provincial, y es el banderín de enganche que desde hace una década emplea el Restaurante Asador Maribel para atraer a clientes y amigos a través de las Jornadas del Lechazo de Sacramenia, que ha abierto sus puertas esta semana y permanecerá vigente hasta el 10 de marzo.

La iniciativa  es ya un referente en el calendario gastronómico provincial, y permite no sólo disfrutar del asado, sino del menú que el equipo de cocina del restaurante elabora para complementar la de por sí ya atractiva oferta del lechazo.

Una década ha pasado desde que Julio Santervás, responsable del restaurante,  propusiera esta jornada de exaltación del lechazo de Sacramenia, aprovechando la bien ganada fama que su establecimiento ha adquirido en cuanto al respeto por el producto y la calidad en la elaboración y en el servicio. Diez años después, valora el apoyo del público segoviano a esta iniciativa «desde el minuto uno», y destaca que el 'boca a boca' durante este tiempo ha extendido la fama de estas jornadas fuera de las fronteras de la provincia, especialmente en Madrid y zonas aledañas.

¿El secreto?. Santervás asegura que no hay otro que «un buen producto», y destaca el esfuerzo que año tras año se realiza para contar con el mejor lechazo posible, así como las dificultades que este año han tenido para ello debido al descenso en la producción y el alza en los precios.

«Aquí en el restaurante tenemos lechazo todo el año, y el horno funciona los 365 días, y aunque hemos sufrido el impacto de la subida de los precios y las dificultades para la producción, la tradición es la tradición», asegura el hostelero.
Pero el asado no lo es todo en las jornadas. El restaurante se afana año tras año por ofrecer un menú acorde con la calidad del lechazo en el que el comensal pueda tener una experiencia sensitiva más allá del delicioso cordero.

Así, este año ofrece como aperitivos un caldo de jamón ibérico con champiñón y una bola de paté casero con palitroques y picual de canena, acompañado por un Vermut Petroni que sirve como delicioso entrante a la oferta gastronómica. Como primer plato, el asador Maribel presenta una interesante combinación mar y montaña con los morretes guisados a la antigua con pulpo y harissa, que servirán como preludio al lechazo, acompañado únicamente por una deliciosa ensalada de la huerta. La apuesta por el maridaje con el vino para este menú tiene un claro acento segoviano, ya que se ofrece un tinto DOP de Valtiendas procedente de las bodegas Zarraguilla.

No hay un buen menú sin un buen postre, y el Asador Maribel ha optado este año por la tradición con un toque de modernidad al presentar como oferta unas natillas 'de las de antes' con crema de mango, que darán paso a una sobremesa aderezada con café y licores.

Pese a la presión de los precios de las materias primas, el restaurante tiene una política de precios basada en la contención, y este año ha establecido para este menú un precio de 50 euros, con el que busca fidelizar a los clientes equilibrándolo con la calidad.