Los cables desaparecerán de las fachadas del eje de Daoiz

David Aso
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El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Segovia confirma que el acuerdo con Unión Fenosa ya está cerrado, igual que el de Telefónica, por «una buena gestión del Gobierno anterior», y los cables sí caben en el subsuelo

Los cables desaparecerán de las fachadas del eje de Daoiz - Foto: Rosa Blanco

Acabar con la maraña de cables que discurre por las fachadas de Marqués del Arco, La Merced y Daoiz, generando un alarmante impacto sobre la imagen del principal eje turístico de la ciudad, es, o ya casi se puede decir que lo era, un objetivo prioritario dentro de este ambicioso proyecto de reurbanización valorado en casi 900.000 euros y en fase de ejecución desde febrero, con previsión de fin de obra a mediados de 2024. Una remodelación integral que urgía desde hace más de una década (llegaron a redactarse tres contratos en 2013 que no se ejecutaron) debido al deterioro general de estas calles, afectadas por humedades, un pavimento plagado de remates y parcheados y otras patologías propias del paso del tiempo; pero también por ese grave problema estético a la vista de cualquiera, y más con su sobreexposición a ojos del visitante.

Cables en desuso que no se retiraban mientras se ponían nuevos, algunos sujetos de mala manera con cuerdas agarradas a balcones y otros elementos de las fachadas, pasando por delante de escudos heráldicos de casas palaciegas, e incluso colgando en ciertos casos prácticamente al alcance de la mano de quien pasea a pie de calle. La mejora del aspecto general estaba garantizada de antemano, pero la intervención empezó sin que se pudiera conocerse con certeza hasta qué punto se conseguiría, dado que dependía de lo que encontraran los obreros bajo sus pies.

El equipo de Gobierno anterior (PSOE) ya daba por hecho meses atrás que se lograría el objetivo, aunque no fue hasta el pasado 25 de mayo, tres días antes de las elecciones municipales, cuando la entonces alcaldesa, Clara Martín, anunció un acuerdo con Telefónica para que soterrase sus cables, si bien 'sólo' lo hizo de palabra, durante una rueda de prensa convocada para tratar distintos asuntos, entre los cuales no estaba este en principio. Asimismo, aseguró que contaba con que se pudiera alcanzar un convenio similar con Unión Fenosa, pero ya no se volvió a hablar de ello, y es ahora cuando el actual concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico en el nuevo equipo de Gobierno (PP), Alejandro González-Salamanca, confirma que también está cerrado el acuerdo con la compañía eléctrica, también gracias a gestiones realizadas por el equipo anterior (PSOE) antes del traspaso de poderes del 17 de junio y plasmadas sobre papel, tal y como puede verse en la documentación facilitada a El Día por el Ayuntamiento esta semana, relativa a las negociaciones y las condiciones aceptadas por una y otras partes.

Los cables desaparecerán de las fachadas del eje de DaoizLos cables desaparecerán de las fachadas del eje de Daoiz - Foto: Rosa Blanco

«Efectivamente, es una buena gestión que hizo el anterior equipo de Gobierno y no nos cuesta ningún trabajo reconocerlo», afirma González-Salamanca. «El Ayuntamiento ha metido las canalizaciones y ha encomendado a las distribuidoras que metan sus cables y demás con cargo al presupuesto de la obra, de forma que cuando acabe la reurbanización quedará todo perfectamente, sin que estas empresas tengan que hacer nada más después. Así que como digo, sin duda fue una buena gestión», reitera.

TEMORES DESPEJADOS. Ya en la propia documentación del proyecto se destacaba que «uno de los principales objetivos es soterrar la red de infraestructuras y eliminar el cableado que discurre por las fachadas y cruces de calles», pero «teniendo siempre presente la conservación de lo existente» en el subsuelo, tal y como se matizaba. Así, «si en el momento de la obra un hallazgo arqueológico (cuya detección no haya sido posible en fase de proyecto) no permite dicha posibilidad, deberá buscarse una alternativa viable, y en caso de que no exista, estas redes discurrirán por las fachadas como ocurre actualmente», recogía. 

La advertencia no era gratuita, ni mucho menos. Más aún cuando bajo estas calles discurre el trazado subterráneo del Acueducto, «lo que implica una gran complejidad en la ejecución de los ?trabajos tanto por el escaso espacio disponible en el subsuelo como por su gran interés arqueológico», tal y como podía leerse también en la documentación del proyecto. El canal es de granito, está «en perfecto estado de conservación» y podría datar de una reforma realizada en el siglo XVI. Pero se sitúa a tan poca profundidad que «en algunos casos se reduce al espesor de los adoquines del pavimento sin losa que lo recubra, mientras que en otros puntos sí existen dichas losas, aunque partidas por el excesivo peso de los vehículos que circulan por la calle, lo que ha provocado numerosos baches en superficie».

Además, a pesar de las placas de bronce que se colocaron años atrás en el pavimento para señalizar por dónde va el canal, lo cierto es que catas posteriores revelaron que no coinciden con el trazado real, algo que también se corregirá ahora, recolocando estas mismas placas sobre el nuevo pavimento y poniendo más, así como losas en lugar de adoquín para marcarlo. De hecho, semanas antes de abordar los trabajos de reurbanización se llevaron a cabo varias calas a lo largo del trazado para el reconocimiento previo del terreno y la localización de servicios o instalaciones existentes, y así «identificar y posicionar el acueducto» para confirmar «por dónde discurre realmente y saber la profundidad a la que está».

EL PROYECTO. Consta de casi 500 páginas y en él se definen las obras necesarias para la renovación de todas sus redes actuales de infraestructuras menos la de abastecimiento, que ya estaba cambiada en todo el eje viario salvo en dos pequeños tramos de La Merced que se abordan con el proyecto en ejecución. También se incluirán nuevas infraestructuras, como las de gas y fibra óptica, dejando previstas las acometidas subterráneas de todos los servicios a todos los inmuebles y parcelas. Y se repavimentará con los mismos materiales que ahora, similares a los del entorno: adoquín para la calzada y losa de granito para los tramos donde haya aceras, con todo siempre al mismo nivel.

La reurbanización abarca Daoiz desde diez metros antes de llegar a la plaza de Juan Guas; la plaza de La Merced y Marqués del Arco hasta su confluencia con la calle Doctor Castelo. El presupuesto por el que se adjudicó el contrato a la constructora Opyser asciende a 851.200 euros, de los cuales más de 600.000 provienen de fondos UE de la convocatoria que lanzó el Gobierno central para facilitar la implementación de zonas de bajas emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes, gracias a la cual el Ayuntamiento captó 3,4 millones para financiar distintas iniciativas, incluida ésta. Su plazo de ejecución inicial, 15 meses.

Volviendo al tema de los cables, contando con que el objetivo está claro, independientemente de hasta dónde se pueda llegar, por un lado están los que hoy estrangulan las fachadas y que se van a soterrar: los de electricidad de Unión Fenosa y de telecomunicaciones de Telefónica, aparte de los de alumbrado público del Ayuntamiento. Se pondrá led, pero en los mismos mástiles y emplazamientos de ahora.

Luego están los cables de servicios que hoy no se ofrecen en esta zona y que se incorporan ahora: «Red de transmisión de datos no existe actualmente, pero se va a introducir una nueva con cable de fibra óptica, recorriendo todas las calles objeto de intervención», reseña el proyecto. Y también una conducción de gas natural «que permita la acometida a los edificios», si bien muchos de ellos ya tiene opción de recibir este servicio de otras calles.

La ejecución del proyecto se dividió en dos tramos y actualmente se está terminando el que va desde Daoiz (desde diez metros antes de la plazuela de Juan Guas) hasta la entrada a la plaza de la Merced, que «de momento va en plazo para terminarlo a finales de septiembre», señala el concejal?de Urbanismo y Patrimonio Histórico. Después se abordará el resto del trazado, hasta Marqués del Arco a la altura de la calle Doctor Castelo, contigua al enlosado de la Catedral; «y si no surgen imprevistos», en torno a mayo o junio de 2024 la obra estará terminada por completo.

 

 

EN BREVE

EL PROYECTO: Abarca Daoiz, desde 10 metros antes de llegar a la plaza de Juan Guas; la plaza de La Merced y Marqués del Arco hasta donde empieza el enlosado de la catedral. Se trata de una reforma orientada a la conversión de este eje en vía de prioridad peatonal. De hecho, el Ayuntamiento lo ha enmarcado en el plan de implementación de la zona de bajas emisiones, que supondrá ampliar a todo el casco histórico el área de tráfico restringido que hoy sólo conforman la Plaza Mayor y sus calles aledañas.

EN DOS TRAMOS: La complejidad del proyecto, mayor por su alto interés arqueológico y el riesgo de hallazgos que por su propia dificultad técnica, ha llevado a plantear su ejecución en dos tramos: por un lado Daoiz hasta su confluencia con La Merced, que es el que está en obras desde febrero, con previsión de que esté listo a finales de septiembre; y por otro, de La Merced a Marqués del Arco, que podría estar para mediados de 2024. El plazo inicial total, 15 meses.

CABLES: Las redes de electricidad y telecomunicaciones de Unión Fenosa y Telefónica discurren ancladas a las fachadas y con numerosos cruces sobre los viales; y la de alumbrado también es aérea. Con las obras se soterrará todo el cableado, se introducirá canalización de Gas Natural (no hay actualmente, aunque muchos inmuebles tienen opción de tomar ese servicio de otra calle) y fibra óptica de Vodafone-ONO.

PAVIMENTO: Adoquín de granito en la calzada y losas de granito en las aceras, que estarán al mismo nivel. La calzada se reducirá a 2,5 metros y donde no haya anchura suficiente para mantener aceras amplias, directamente no se pondrán, contando siempre con que el peatón tendrá prioridad de paso. Sobre el nuevo pavimento se pondrán las placas que señalizan el canal del acueducto, marcado con losas de granito.