Las tormentas de los últimos días también tienen su lado positivo. Tras una cosecha de cereal «muy mala», el presidente de Unión de Campesinos (UCCL) en Segovia, César Acebes, señala que reciben con los brazos abiertos estas lluvias. «Al regadío nos alivia un poco porque desde que llovió en mayo no he vuelto a caer una gota y no hemos dejado de regar en toda la campaña. Además, en verano siempre se levanta aire desde el mediodía hasta las nueve de la noche y el riego no es tan homogéneo como por la noche. En cambio, con la lluvia se riega todo por igual», comienza. También favorecerá a los viñedos que no han iniciado la vendimia. «Hay zonas en las que estarán ya vendimiando y esta lluvia probablemente no les venga bien, pero hay otras zonas en las que todavía queda un poco para que termine de ganar la uva y seguro que viene estupendamente», apunta.
Las altas temperaturas y la sequía frustraron la campaña de girasol del otoño del año pasado. «Ahora no ha terminado de Granada del todo. Aunque parezca que no tiene pétalos y que hay algunas plantas que ya han perdido los pétalos amarillos, a los girasoles les viene estupendamente esta chaparrada», asegura Acebes, que celebra los litros de agua registrados también con la vista puesta en la próxima cosecha de cereal.
«Ahora en otoño viene muy bien que se moje el suelo para ararlo. Si no hay humedad, los arados no entran entonces y vas raspando solamente por la parte de arriba y bueno. Haces una labor somera, pero no aras. Además, para que nazcan las alimenticias, todas las semillas que han caído y que vienen de la primavera y de verano es estupendo porque ahora con estas lluvias seguro que brotan un montón de semillas. Luego lo que interesa antes de sembrar es poder eliminar todas las semillas posibles. Entonces cuanto más semillas nazcan ahora antes de la cementera, mucho mejor», destaca.