La zapatería infantil D'Chocolat es una referencia para las familias segovianas que quieren comprar el primer calzado a sus hijos. Sin embargo, el próximo mes de junio bajará la verja para siempre si nadie se queda con el negocio. Su actual propietaria, Roseta García, lo deja. «Tengo dos niñas de 11 y de siete años y busco un poco conciliar con ellas. Después de 14 años en los que he estado todo el tiempo aquí, quiero tener tiempo para ellas», contaba el pasado lunes. Ya se podía leer en el escaparate de su tienda el cartel de 'Se traspasa'. «Con este horario que tenemos en el comercio, es muy complicado conciliar. Echas mano de la familia, pero al final tantos años pesan un poco».
Esta empresaria comenzó su andadura como comerciante en el barrio de Nueva Segovia y después se trasladó a su actual ubicación en San Millán. «El boca a boca en una ciudad como Segovia es fundamental. Y ahora cuando he anunciado el traspaso he vuelto a vivir el cariño que me tiene la gente. La semana pasada estuve abrumada con tantos mensajes de cariño», revela, al tiempo que reflexiona sobre las posibilidades que le quedan al comercio de proximidad frente a las grandes superficies y las plataformas digitales: «Hubo un momento de mi vida en el que eso me trastocó la mente, pero desde hace muchos años no pretendo compararme con ellos. El trato y la cercanía que yo puedo ofrecer a mis clientes no se lo ofrece ni Amazon ni los grandes. Ellos tendrán unas ventajas, y el comercio de proximidad, otras y como soy defensora a ultranza del comercio de proximidad, pues creo que tenemos más beneficios que pegas para nuestros clientes».
Hace una petición a las administraciones públicas. «Esta ciudad tendría que mirar más por el comercio desde todos los ámbitos. Desde las instituciones hasta valorar realmente lo que el comercio de Segovia hace por Segovia. Yo digo siempre lo mismo los segovianos necesitamos al comercio y el comercio necesita a los segovianos. Yo pertenezco a la asociación Comercio Amigo de Segovia en la que nos juntamos las personas del comercio con nuestras inquietudes. Las instituciones ayudan muchísimo, pero tienen que escuchar a la gente de los comercios, que de verdad tenemos muchísimo que aportar y sabemos la realidad pura del comercio», concluye.