José Mazarías, en el discurso de su toma de posesión como alcalde en junio del año pasado, destacó, entre otras actuaciones «fundamentales» y «prioritarias», la creación de brigadas de intervención urgente para hacer frente «a cualquier emergencia en los viales y aceras o en las redes de abastecimiento». Más de un año después nada se sabe y el concejal de Obras, José Luis Horcajo, explica que en este momento los servicios municipales trabajan precisamente en el pliego de condiciones del contrato «y esperamos tenerlo en breve porque nos va a facilitar mucho la labor con pequeños trabajos pero que son importantes para la ciudadanía en su día a día y para nosotros son también una prioridad absoluta».
Si no se ha hecho antes, dice, es porque todavía más prioritario está siendo sacar adelante todos los proyectos dotados con fondos europeos, que suman cerca de 19 millones de euros y casi medio centenar de actuaciones.
Las emergencias a las que se refería el alcalde en su discurso de junio son las que acaparan, precisamente, la mayor parte de las reclamaciones de ciudadanos, empresas y colectivos al Ayuntamiento por responsabilidad patrimonial; es decir, caídas en la vía pública por el mal estado del pavimento o inundaciones y daños causados por el agua durante averías en tuberías de las redes municipales de distribución de agua, principalmente.
En las últimas semanas la Junta de Gobierno Local está resolviendo un gran número de estas reclamaciones y el concejal de Urbanismo y Patrimonio, Alejandro González-Salamanca, explica que «había mucho retraso», con algunos procedentes incluso de 2021 ó 2022 y la finalidad es que no lleguen al Juzgado Contencioso-Administrativo por falta de resolución por la vía administrativa, como estaba ocurriendo. «Nuestra intención es que se resuelvan en plazo y ponernos al día, gracias a que se ha ampliado el personal en el servicio», añade.
Alta siniestralidad. González-Salamanca sostiene que la conservación de viales y aceras «ha brillado por su ausencia» en los últimos años y de ahí una siniestralidad alta por caídas y averías de agua. «Nos preocupa sobre todo las caídas de personas de avanzada edad, no ya por las indemnizaciones que puedan reclamar sino por esos accidentes que en algunos casos podrían evitarse, porque hay zonas de emborrillado en muy mala situación». Algo similar ocurre, dice, con la obsolescencia de las redes, con tuberías muy antiguas donde hay roturas recurrentes.
Por su parte, Horcajo comenta que el Ayuntamiento tiene personal propio para hacer frente a las averías, con fontaneros de guardia incluso en fines de semana, y también con operarios para reponer baldosas, por ejemplo. «Lo que ocurre es que llevamos años con bastante retraso y queremos acelerar todo el sistema, sobre todo en las cuestiones que tienen solución más fácil», concluye el edil de Obras del Partido Popular.
Indemnizaciones por el mal estado del pavimento. El Ayuntamiento ha iniciado, por tercera vez este año, el procedimiento para renovar el contrato del seguro de responsabilidad civil, que incluye indemnizaciones por mal funcionamiento de servicios municipales, como caídas debidas al mal estado del pavimento. El concejal de Patrimonio, Alejandro González Salamanca, confía en que en esta ocasión no quede desierto porque se han mejorado las condiciones y recalca que se ha advertido que, aunque la siniestralidad es alta en el municipio, generalmente las indemnizaciones son «muy pequeñas».
En este sentido, el gobierno municipal ha acordado este mes de agosto indemnizar a una ciudadana con 2.954 euros, a través de la aseguradora municipal, por los daños que sufrió en diciembre de 2021 en la avenida del Acueducto al tropezar con una baldosa suelta. El expediente se ha dilatado bastante en el tiempo, entre otros motivos porque ha sido necesario recabar un dictamen del Consejo Consultivo, ya que la reclamante solicita una cantidad superior a los 3.000 euros (3.325 euros), al alegar que tardó 48 días en curar completamente de las lesiones y le han quedado secuelas.