Marcelo Galindo.

Pare, mire, cruce

Marcelo Galindo.


Queridos Reyes Magos...

05/01/2025

Este fin de semana, 'ilusión' es la palabra clave para interpretar todo lo que se nos viene encima. En la madrugada del 5 al 6 de enero, todos los hogares abrirán sus puertas a tres magos procedentes de Oriente que llegarán de forma mágica y masiva cargados de regalos con los que atender las peticiones que los niños y niñas han realizado a través de cartas que el Cartero Real se ha encargado de recoger y transmitir a Sus Majestades. La Noche de Reyes no solo exacerba la ilusión infantil por ver cumplidos sus sueños, sino que también anima a los más mayores a dejar sus zapatos en el salón a la espera de la generosidad de Melchor, la bondad de Gaspar y la alegría de Baltasar y encontrarlos en la mañana de Reyes con algún que otro presente.

En los últimos días de las fiestas navideñas, la actividad de los pajes reales y de los miles de ayudantes con los que los Reyes Magos cuentan para poder llegar a todas las casas es frenética. Todo se antoja necesario para hacer cumplir los deseos de los pequeños de la casa y llenar los almacenes reales con los juguetes y regalos pedidos para que los Magos hagan su feliz trabajo a lo largo de toda la noche. Para ello, es importante recordar que los niños deben irse a la cama pronto y dormir mucho para no impedir su tarea, y si se les deja un pequeño aperitivo en forma de dulce para reponer fuerzas, mejor que mejor…

Quien más o quien menos tiene en la cabeza el recuerdo de las mañanas de Reyes cuando al despertar acudíamos al salón para ver los regalos, retirar sus envoltorios y comprobar que casi siempre aciertan, incluso hasta cuando se equivocan, porque su magia convierte la realidad en ilusión. Después, viene la parte logística de ensamblar piezas, montar estructuras y poner pilas para hacer funcionar los juegos, que se lleva casi toda la mañana hasta la hora de comer, porque lo importante es descubrir cuanto antes las posibilidades de diversión que tienen los regalos pedidos, y si responden a las expectativas.

No sé si los Reyes Magos atienden peticiones que excedan de sus competencias. Quiero pensar que su longanimidad va más allá de lo posible y que su magia sería capaz de hacer posible otros sueños, deseos y necesidades más prosaicas y alejadas de la ilusión infantil. Si ello fuera posible, me gustaría que este artículo cayera en manos del Príncipe Aliatar para que, a modo de carta, hiciera llegar a Sus Majestades una serie de peticiones que resuelvan algunas de las necesidades de la provincia que, a buen seguro, ellos conocen.

Así, el desarrollo de cualquiera de los 25 proyectos que abren la edición de hoy de este periódico como catálogo de los retos que Segovia deberá afrontar en este año sería un buen regalo de Reyes, ya que contribuirán al progreso de nuestra provincia. Sería ingenuo por mi parte pensar que todos ellos se van a hacer realidad, pero me gustaría que el próximo año por estas fechas tuviera que escribir a los Magos de Oriente para agradecerles su intercesión para su éxito.

De igual modo, también resulta ingenuo pensar en la intervención mágica para que puedan llevarse a cabo, ya que son las instituciones públicas y privadas quienes tienen la capacidad de ponerlos en marcha. Para ello, nuestros políticos y gobernantes deben tener la misma sensibilidad que demuestran los Reyes Magos ante los deseos infantiles y demostrar con hechos los proyectos ya en marcha o aún sobre el papel. En verdad, no necesitamos políticos que recurran al azar o la magia para llevar adelante sus proyectos porque el esfuerzo, el trabajo, la capacidad de gestión y la mirada puesta en el bien común son las patas en las que debe asentarse su labor.

2025 está recién estrenado, pero sus 12 meses pasarán y entonces será el momento de hacer balances sobre lo bueno y lo menos bueno. Si en la balanza de méritos pesa más el trabajo y el buen hacer que la desidia, la demagogia y la falta de consenso, todos saldremos ganando, pero si el fiel se inclina hacia lo negativo, habrá que pedirles a los Reyes que traigan carbón a quienes no cumplen con los deseos de sus conciudadanos. Toca trabajar, pero sin perder la ilusión, que es importante. Ya vienen los Reyes…