Me van a permitir hoy una ración de 'bucolismo' que tanto me gusta cómo me dice mi compañero de Vive Radio, Sergio Perela. Abundan en las columnas de prensa los contenidos agrios y de actualidad, y el comentarista adopta una pose de eterno enfadado y contrariado.Hoy va de todo lo contrario. Me entrego a la contemplación del paisaje segoviano, que en estas semanas de primavera son una gozada, y encima es gratis, de momento. Las lluvias de principio de primavera además de arruinar a los cofrades su momento del año, y de contrariar a los hosteleros, que no pudieron sacar todo el partido posible a las vacaciones de Semana Santa, nos ha dejado una primavera total en Segovia. Campos verdes a reventar, flores por todas partes y árboles con el brote intenso tras las semanas de lluvia, aunque alguno he terminado chamuscado por las 'helazos', como decimos aquí, que cayeron para el día de la Comunidad.
Los turistas vienen a Segovia por sus monumentos y su gastronomía, pero los que se enamoran y se quedan en esta tierra, lo hacen muchos por sus paisajes. Pocas ciudades de España pueden presumir de tener tantos y tan variados a tan solo unos kilómetros, incluso metros desde la puerta de su casa.
La Sierra del Guadarrama al sur con sus pinares y el nacimiento de los ríos, los campos de cereal por toda la provincia, sin olvidar entornos únicos como las Hoces del Duratón o las zonas de pinares.
En la capital contamos con espacios únicos en la ciudad de los que disfrutamos todo el año, pero en primavera son un privilegio. El Valle del Clamores desde el Puente de Sancti Spiritus hasta la Fuencisla, y su conexión la Alameda del Parral, y su posterior paseo por la ribera del Eresma por la Senda de los Molinos. Otra opción es partiendo desde el Alto de La Piedad hasta los miradores para ver cara a cara al Alcázar. Todos señalizados y con senderos donde pasear, correr o ir en bicicleta.
Otra opción es un paseo por Las Lastras, que en estos meses es una tremenda postal con el campo de cereal y la ciudad vieja al fondo, donde sobresale la Catedral de Segovia. Desde el barrio de La Albuera el paseo podría ser hasta los polvorines o las Arenas, y así descubrir ese trozo del rio Eresma en lo que fue la playa de los segovianos del siglo pasado, hasta que aparecieron las primeras piscinas y viajar al mar empezó a ser común.
Desde Nueva Segovia el paseo de los tanques que parte del Lago Alonso, en el cordel de Santillana, que conecta la ciudad con la Cañada Real que atraviesa la provincia desde Ayllón hasta El Espinar por la falda de la Sierra. Y si partimos del Puente de Hierro, la opción es la Vía verde del Eresma que une ese punto hasta Olmedo en lo que fue el recorrido del antiguo ferrocarril que unía Segovia con Medina del Campo.
Dejo para el final el que para mi es el gran desconocido, el Valle del Tejadilla. Desde el Tejerín hasta el Puente Romano de Tejadilla, que nos permite elegir camino hacia Perogordo o hacia la Residencia Asistida. Es increíble que al lado de la ciudad contemos con un cañón horadado por un pequeño arroyo, que muchos segovianos no han descubierto aún.
Ahora es actualidad pues han empezado las obras del colector que permitirá que los desagües de los polígonos y la Fuentecilla conecten directamente con la depuradora. Esperemos que el arroyo Tejadilla se recupere como corriente de aguas limpias y como antaño cuando era famoso por la cantidad de cangrejos que se podían pescar. No sé en que quedó aquel proyecto de la anterior corporación municipal que apostó por su recuperación. Espero que el equipo de Mazarías lo retome porque sería un activo natural para la ciudad como ahora lo son los valles del Eresma y el Clamores.
Estas infraestructuras y paseos naturales son el legado del trabajo e inversión de las diferentes corporaciones de la ciudad en los últimos 40 años. No todo el es malo en la gestión de nuestros políticos, lo que sucede es que lo bueno lo asimilamos rápido. En este asunto, Segovia ha hecho mucho y bien. Y como las buenas inversiones, ahora las disfrutamos con intereses, y esperemos que queden para las futuras generaciones. Deben de ser un orgullo de todos los segovianos, para cuidar y disfrutar…. de la primavera total.