Marcelo Galindo.

Pare, mire, cruce

Marcelo Galindo.


Verano de obras

10/08/2024

A punto de pasar el ecuador del verano, que la tradición popular enmarca en la festividad de la Asunción de la Virgen el próximo 15 de agosto, Las instituciones aprovechan las semanas estivales para acometer o rematar obras en calles o edificios que una vez concluidas las vacaciones tienen que estar más o menos expeditas para poder albergar el tráfico o la actividad con la que regresar a la rutina posvacacional. Así, en estos días hemos podido ver el inicio de nuevas obras en Padre Claret, a ver si esta vez se encuentra solución al problema que ha obligado a levantar el pavimento entre la rotonda de Dionisio Duque y la Plaza Oriental en casi una veintena de ocasiones desde que concluyó la construcción del aparcamiento subterráneo. De igual modo, la calle Blanca de Silos apura estos días los últimos trabajos de un proyecto que acumula casi dos meses de retraso en su finalización con respecto a lo inicialmente previsto, y máquinas y operarios trabajan para cumplir la previsión municipal de concluir las obras antes de que finalice agosto.

A esos dos proyectos se suman los imponderables que surgen por las averías, como la ocurrida en la red de abastecimiento de agua que pasa por Via Roma, que ha vuelto a probar la cada vez más urgente necesidad de abordar la sustitución de las conducciones de fibrocemento de la ciudad - más de 50 kilómetros, que no es moco de pavo- por otras con materiales menos obsoletos y más fiables en su mantenimiento.

En los próximos días también veremos la piqueta trabajar en los edificios de la calle Antonio Machado, cuya demolición iniciará el proyecto de ensanche y unión entre las calles José Zorrilla y Santo Tomás, dando respuesta a la reurbanización de un área estratégica para el tráfico de la ciudad, tal y como recogía el PEAHIS.

Por otra parte, en un buen número de colegios e institutos se aprovecha el verano para llevar a cabo obras de mantenimiento y reparación en aulas y servicios, con el fin de que el próximo curso escolar comience con sus instalaciones en las mejores condiciones posibles para toda la comunidad educativa.

El verano es idóneo para llevar a cabo estas obras, ya que las vacaciones reducen sensiblemente la actividad y permiten trabajar con comodidad y sin generar molestias a los ciudadanos. Pese a ello, hay proyectos que se quedan fuera del tintero bien por causas presupuestarias o quizá por que a la hora de establecer prioridades no se piense en que algunos de ellos puedan ser de interés o urgencia.

Prueba de ello es la reticencia municipal tanto en la anterior periodo de gobierno como en éste a abordar la necesaria limpieza de imbornales y alcantarillas, algo que inicialmente puede parecer baladí, pero que tiene una importancia mayor de la que parece. La tormenta que la última semana de julio descargó sobre la ciudad probó que hay muchas zonas de la ciudad cuyo sistema de alcantarillado no es capaz de asumir el volumen de agua de lluvia que cayó en un breve espacio de tiempo, y es fácil ver en algunas ocasiones rejillas de alcantarillado taponadas en las que florecen hierbajos. ¿El resultado? Grandes embolsamientos de agua que convierten las calles de Segovia en lugares más propios para la navegación que para la circulación, y que también genera problemas en sótanos y garajes situados a pie de calle.

Aún hay tiempo, y la concejala de Ciudadanos Noemí Otero ha denunciado esta situación con la esperanza de que el equipo de Gobierno de Mazarías complete la tímida iniciativa de su antecesora Clara Martín para completar la limpieza de los más de 4.600 imbornales de la ciudad. Sólo parece cuestión de voluntad, porque plan ya había, de no ser que la política de tierra quemada siga primando por encima de los intereses de la ciudad…