Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


El caso Wagensberg

02/02/2024

Ruben Wagensberg es un parlamentario de ERC elegido secretario cuarto del parlamento catalán.

Valiente él, cuando ha visto que empezaba a tambalearse la amnistía acordada por los independentistas y el gobierno de Sánchez, no lo dudó: hizo las maletas y se marchó a Suiza. Tenía ejemplos muy cercanos que le empujaron a convertirse en tránsfuga de la Justicia.

Wagensberg, a la vista de que los fugados viven muy bien porque reciben trato de favor por parte de las instituciones catalanas sin que La Moncloa exprese la menor queja, preparó muy bien la operación: se va hasta que se apruebe la ley de amnistía -no duda que se aprobará- pero no renuncia a su escaño. Recibirá su sueldo íntegro, que también íntegramente cobrará desde Suiza. Tipo listo el parlamentario. Es de suponer que la Cámara catalana le exigirá que trabaje on line para realizar su trabajo de secretario cuarto, que no es especialmente duro, pero obliga a quien lo ejerce a acudir a reuniones constantes, mucho papeleo y asumir los encargos que le encargue la Mesa, entre ellos pasar lista en las votaciones presenciales y comprobar las telemáticas. Desde Suiza.

En cualquier país serio, cualquier país democrático, no se permitiría a un diputado tránsfuga mantener sus derechos institucionales, incluido el salario por un trabajo que claramente no puede ejercer. Pero es que Wagensberg, su partido, y quienes apoyan a su partido, le salvan la cara porque piensan que el pobre Wagensberg es un perseguido por jueces prevaricadores, franquistas, corruptos y politizados, como dijeron en el Congreso de los Diputados los portavoces y amigos del independentismo, sin que la presidenta del Congreso, ni el ministro de Justicia, se atrevieran a pronunciar una sola palabra de defensa sobre la profesionalidad de los jueces españoles. Todo lo contrario, han asumido el lawfare en cuanto los independentistas les pusieron delante el papel de aceptación.

Con frecuencia, un asunto aparentemente menor puede provocar un cataclismo. Wagensberg es un personaje irrelevante en la política española, pero que siga cobrando un gran salario tras huir de España para esquivar a la justicia, puede causar un escándalo mayor que todas las noticias sobre posibles vinculaciones de Puigdemont con Putin para que el ruso ayudara al proceso independentista, o que el gobierno haya redactado una ley de amnistía dictada por los independentistas para que les incluyera entre los beneficiados. Incluso si las investigaciones judiciales determinaran que en la búsqueda de la independencia de Cataluña se han producido delitos de rebelión, malversación, terrorismo… y traiciones a la patria.

El clima político es inquietante porque dos personajes que solo piensan en sí mismos, Carles Puigdemont y Pedro Sánchez, no ponen límites a su ambición personal y se saltan todas las reglas que recoge la ley. Sin embargo, esta semana, lo que más escandaliza a gran parte de españoles es el caso de un político que se marcha a Suiza para escapar de la Justicia… sin perder su estupendo salario. Tan tranquilo, claro.