Cuando te ofrecen un espacio para opinar, como es la página 3 de El Día de Segovia, hay que estar dispuesto a poner cosas con las que seguramente mucha gente no esté de acuerdo, hoy toca un día de esos.
En las próximas semanas terminarán las obras del tramo de la Avenida del Padre Claret desde la Plaza Oriental hasta Soldado Español. Son unas obras recurrentes y que nos han convertido a los segovianos en expertos en el fraguado de cementos, tipos de adoquines y ha colocado el tema en las tertulias locales, como si fueran los últimos fichajes de la liga.

Propongo que, una vez finalizada la obra, no se abra al tráfico y se gane un nuevo espacio peatonal en la ciudad. Total, después de meses dando rodeos con el coche, con el tráfico de los autobuses urbanos desviados, podemos decir que los segovianos ya hemos asimilado lo más difícil, la costumbre de no pasar por Padre Claret.

Supongo que no tendrán la misma opinión los vecinos de la C/ San Gabriel, que son los grandes damnificados del corte, pues su calle se convierte en el recorrido más habitual para evitar Padre Claret. Como alternativa, los enterados del urbanismo local, me cuentan de un proyecto nunca ejecutado de unir el barrio de La Albuera con la glorieta de Melitón Martín, en plena Vía Roma, desde la Calle Tours. Sería una nueva calle que partiría de la pista polideportiva junto a la tapia trasera del cementerio, conocida popularmente como "Las Calaveras", y que bajaría la cuesta para unir La Albuera con San Lorenzo.

No me parece mal la idea, pero de trazarlo en un mapa a verlo realizado, hay un camino muy largo con expropiaciones, acuerdos urbanísticos, proyectos y ejecuciones… eso si no hay retrasos y complicaciones. Todos tenemos Google Maps y jugamos a concejal de urbanismo y obras.

En cuanto a la peatonalización del tramo de Padre Claret le veo grandes ventajas. La primera es alejar tráfico del Acueducto, que debería ser un objetivo de todos. Esa calle en cuesta ofrecería un espacio para todos donde disfrutar en su amplitud del monumento, sin preocuparse de coches y sin ruidos, y contar un nuevo espacio para el peatón.

Puede ser un nuevo lugar para ubicar eventos y ferias que hasta la llegada de la presente corporación utilizaban la Avenida del Acueducto, sin generar grandes problemas al funcionamiento de la ciudad.

Ganar espacios peatonales en la ciudad siempre es una buena noticia. Lo vemos en la nueva calle Blanca de Silos, aún sin terminar la obra, ya es un hecho como los viandantes ocupan la calzada central con alegría, y los vecinos de la calle no tienen humo y ruidos.

Y le invito a Mazarías a que sea valiente. Y corte de una vez el tráfico en el casco antiguo y quede reservado el acceso con las excepciones oportunas para que sus vecinos puedan seguir con su vida normal. Ha dado un paso ya con las lanzaderas durante la semana de la movilidad, evitando el tráfico de grandes autobuses por las calles del centro de la ciudad, y pienso que es el camino a seguir.

Esas decisiones necesitan de audacia y valentía... y un buen chubasquero para aguantar las críticas, que seguro que van a llegar. A cambio conseguirá que los segovianos y turistas descubran las posibilidades de disfrutar de una ciudad única, sin la presión y el agobio de automóviles, y que con el tiempo se sumen a la decisión. Los grandes líderes toman decisiones que son buenas para la mayoría y que ofrecen frutos a largo plazo. No solo piensan en el corto plazo y la encuesta de la próxima semana.

El ejemplo lo tenemos en Ramón Escobar, el alcalde del PP que salió por la puerta de atrás tras las elecciones municipales de 1999, cuando perdió la mayoría absoluta y tuvo que pactar y ceder la alcaldía al CDS de López Arranz. Ahora el tiempo le recuerda con el alcalde que tuvo la valentía de cerrar el paso de automóviles bajo el Acueducto en 1992, algo muy complicado en la Segovia de aquel momento. Por eso creo que es la oportunidad de dar otro paso en ese sentido. Hazlo, Maza.