La primera diferencia entre los resultados que ofrece el Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente del Gobierno central y el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), un organismo de la Generalitat catalana, es que el primero no se aparta de dar como vencedor en unas próximas elecciones al PSOE, a la contra del resto de sondeos de las casas de opinión, mientras que el instituto catalán acaba de publicar una encuesta en la que las expectativas de los independentistas salen malparadas o al menos no van en la dirección que había previsto Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) cuando puso en marcha la política de diálogo con el Gobierno y abandonó la vía unilateral para la declaración de la independencia de Cataluña, hasta acumular la fuerza suficiente que la hiciera posible.
Por el contrario, la apuesta del Gobierno-PSOE-PSC por la vía del acuerdo tiene más predicamento por cuanto de celebrarse ahora las elecciones en Cataluña el PSC las volvería a ganar con un número de escaños que podrían llegar hasta los cuarenta, seis más que en la actualidad. Es decir, que las maniobras ejecutadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para eliminar el delito de sedición y rebajar el delito de malversación que favorece a los líderes del procés sentenciados y a los todavía por juzgar no le pasa factura en Cataluña. Tampoco que los jueces hayan decidido hacer una lectura restrictiva de los cambios en el Código Penal y no hayan aflojado la presión sobre los independentistas. El PP pasaría de ser la última fuerza política en la actualidad, a tener la posibilidad de convertirse en la cuarta al acumular los votantes de Ciudadanos que se debaten entre la desaparición y los cinco escaños que le proporcionaría pasar el corte porcentual que da acceso al Parlament. Vox podría perder algún escaño, mientras que En Comú Podem podría alcanzar hasta los 12 escaños en la parte alta de la previsión, lo mismo que el PP y la CUP, de tal forma que los constitucionalistas estarían en disposición, en el mejor de los casos de recuperar la mayoría absoluta en el Parlament. EL PSC también vencería en Cataluña en las elecciones generales, con al menos diez escaños de ventaja con respecto al PP.
En el campo independentista, ERC perdería terreno respecto al PSC con el que está empatada a 33 escaños, con Junts a la baja y la CUP ligeramente al alza. Pero también en la banda alta de la predicción podrían alcanzar el mismo número de escaños que en la actualidad, 74, ocho por encima de la mayoría absoluta lo que les permitiría mantener que son los más votados y los que tienen la representación mayoritaria de la sociedad catalana. Pero en la parte baja quedarían muy alejados de esa cota.
Otra derivada de la encuesta del CEO está en la correlación de fuerzas en el caso de que se celebrara un referéndum de independencia, con un 50% de los encuestados en contra y un 43%, a favor, unos números que se mantienen más o menos estables en los últimos sondeos. Datos que salvo por la presión de Junts y la CUP y la labor de zapa de Carles Puigdemont desde Waterloo motivan que el expediente catalán haya dejado de estar entre las principales preocupaciones de los españoles. Según el último barómetro del CIS, tan solo un 0,6% de los españoles lo citan entre los tres primeros problemas del país.