Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


Las paradas del tren

24/03/2025

Resulta curioso, por no calificarlo de muchas otras maneras que se me han ido ocurriendo sobre la marcha, esta disputa que se ha producido últimamente sobre si las paradas que hace el tren de alta velocidad que va hacia Galicia, atravesando una parte del territorio de Castilla y León, son demasiadas. Tales paradas están ubicadas en Segovia, Medina del Campo, Zamora y Sanabria.

La cuestión fue suscitada por el Alcalde de Vigo, que, aprovechando una reunión con el Presidente de Renfe, le hizo una petición en tal sentido; alegaba que con esa medida se reduciría el tiempo que invierte el tren en llegar desde Madrid a Galicia, y que lo propio de un tren de alta velocidad, para que sea considerado como tal, es que realice sus trayectos en el menor tiempo posible. Poco después se informó desde Renfe que no estaba previsto suprimir ninguna de esas paradas en el tramo indicado.

Desconozco cuánto es el tiempo que transcurre como consecuencia de esas cuatro paradas, cuánta sería la reducción que podría conseguirse caso de suprimirse, y qué proporción supondría eso respecto de la duración total del viaje, que no creo que sería muy considerable. Lo que me planteo es otra perspectiva del asunto, pensando en la repercusión que la medida tendría para los lugares afectados.

A poco que se observe dónde están situadas esas paradas se puede fácilmente apreciar que se trata de localidades que forman parte de territorios, provincias y comarcas profundamente afectadas por graves problemas demográficos y de desarrollo socioeconómico. Por supuesto que la situación no es totalmente equiparable entre unas y otras localidades: Segovia dispone de un volumen de comunicación muy apreciable, en una y otra dirección; Medina del Campo, por su cercanía a Valladolid, cumple una función muy adecuada de enlace ferroviario, como lo viene haciendo históricamente; lo de Zamora y Sanabria sería comparativamente de mayor impacto. Afectaría a una provincia con especiales necesidades de todo tipo y restringir precisamente allí las opciones de comunicación sería aún más negativo.

Lo que quiero decir es que, poniendo en relación una rebaja no muy significativa de tiempo en la duración del viaje y los efectos que puede tener la medida en los territorios afectados, no creo que sea muy grave mantener esas paradas donde ahora están.