Inmersos ya en los calores de este tardío pero riguroso verano, quien más o quien menos ya a gastado o va a gastar buena parte de sus vacaciones buscando algún destino en el que poder mitigar las altas temperaturas bien a orillas de una playa o bajo la sombra de un frondoso árbol si el elegido está en la montaña. Los nombres que más se manejan en estos días se sitúan en las costas andaluzas y levantinas como lugares de sol y playa o en Galicia, Asturias o País Vasco si lo que se quiere es un calor menos sofocante sin renunciar al bronceado del astro rey.
Los grandes atractivos de todos estos mencionados destinos aún concitan la preferencia mayoritaria de quienes disfrutan de sus vacaciones en este tiempo, aunque como en otras muchas cuestiones, los gustos del respetable van cambiando y se vn asomando a sus preferencias otros lugares alejados del turismo estival tradicional. Así, bajo el nombre de 'turismo de interior', la oferta se multiplica en lugares que han descubierto en el turismo una veta de negocio en aquellos lugares que han sabido explotar sus recursos patrimoniales o medioambientales.
Entre la amplia oferta existente, Segovia tiene mucho y bueno donde elegir. Desde las instituciones, desde hace años se es consciente que elementos patrimoniales y artísticos como el mudéjar o el románico, medioambientales como las Hoces del Duratón y, por supuesto, gastronómicos como el lechazo o el cochinillo son atractivos para una buena parte del público turístico que huye de los paseos marítimos y la arena de la playa.
A esta oferta intrínseca de la provincia se han añadido otras ofertas fruto de la imaginación de los gestores turísticos y culturales y que poco a poco comienzan a despuntar como el Concierto de las Velas de Pedraza, o las Noches Mágicas de La Granja, que transforman dos magníficos escenarios naturales en lugares en los que la magia de la belleza patrimonial se mezcla con la de los mejores intérpretes en diferentes estilos. También hay otras como la posibilidad de contemplar los cielos estrellados fuera de la contaminación lumínica de las grandes ciudades en rutas de turismo astronómico que permiten recorrer toda la provincia en una iniciativa que cada vez cuenta con mayores adeptos.
Son solo algunas pinceladas de la ingente oferta turística alternativa que tiene Segovia, y que se extiende más allá de los meses estivales, lo que permite consolidarla durante todo el año en el cada vez más difícil mercado turístico a nivel nacional.
¿Por qué digo esto en el ecuador del verano? Porque creo que no hay que echar en saco roto la posibilidad de dedicar el tiempo de vacaciones a conocer mejor la provincia en la que uno vive, teniendo en cuenta que en apenas una hora de viaje nos podemos plantar en cualquiera de ellos, disfrutar de un par de días sobre el terreno y regresar a casa para plantear otra excursión o ruta por la provincia. Es posible que pueda sonar un poco endogámica esta propuesta, pero a veces no se valora lo que no se conoce, y quizá hemos oído hablar de los Pueblos Rojos y Negros que van de Ayllón a Riaza sin pasear por sus evocadoras y estrechas calles…
Amigo lector, si aún no ha decidido el destino de su bien merecido descanso, le invito a que considere esta bienintencionada propuesta, porque estoy seguro de que no va a quedar decepcionado ya que cuenta con las tres 'b' que todo el mundo persigue en este tiempo: bueno, bonito y barato. Nada mejor que un 'selfie' con el castillo de Coca como fondo para presumir de haber disfrutado de sus vacaciones en un lugar distinto y poco conocido… Que no todo va a ser islas y playas.